Algún vecino desprevenido, hoy por la mañana tranquilamente podría preguntar por cuantos goles ganó Atlético. Porque el estadio fue una verdadera fiesta. Desde el primer minuto hasta el último, hubo bombas de estruendo, de humo, papelitos y mucho aliento. No hubo insultos, aunque probablemente la muestra de cariño no fue hacia los jugadores, si no hacia los colores.
Atlético está pasando su peor momento desde que volvió a Primera en 2016 y ni el regreso de Juan Manuel Azconzábal le está alcanzando para dar vuelta esta historia que se viene repitiendo desde el año pasado.
“Señores yo soy de los ‘deca’, ‘decano’ me voy a morir, pasamos muy malos momentos, los buenos ya van a venir”. Iban 39 minutos del segundo tiempo y el estadio explotaba a pesar del 4-0 a favor de un Racing que recién ahí levantó el pie del acelerador. “Fue emocionante el apoyo de la gente; verdaderamente emocionante. Nosotros les tenemos que dar más a los hinchas”, dijo Azconzábal en conferencia de prensa y tiene razón.
El equipo sigue cayendo de manera idéntica. Es como si el pitazo inicial del árbitro (en este caso Germán Delfino) fuera la señal de largada desde un tobogán que tiene una duración de 90 minutos.
El equipo arranca bien como lo hizo en Rosario. Enchufado, jugando, corriendo, discutiendo. Concentrado. Pero con el correr de los minutos comienza a desinflarse. Se vuelve inofensivo y débil. Cada vez más débil y los rivales se aprovechan eso. Pegan una, dos, tres y las veces que crean necesarias. No es casualidad. Sería ingenuo pensarlo así. Le pasó con Newell´s hace ocho días, y el año pasado con Defensa y Justicia, con Unión, Colón y Platense.
Y el promedio es cada vez más amenazante; y la mochila que carga el equipo sigue sumando kilos. Todo el trabajo que el cuerpo técnico y los jugadores hacen durante la semana, no aparece. Cae del mismo tobogán en el que se deslizan los jugadores en cada partido. Anoche cuando Delfino marcó el final, “Vasco” se quedó parado junto a la línea de cal. Miró a su alrededor, y luego la mirada se perdió en la nada, apuntando hacia donde los jugadores se reunían. Pero sin realizar ningún gesto. Acto seguido saludó a algunos de sus pupilos y encabezó la caminata rumbo al túnel en medio de un estadio que rugía.
Los hinchas que alentaron también se unieron durante algunos segundos para cantar contra Mario Leito, quien culpable o no, deberá asumir sus errores, aceptar las críticas y seguir trabajando para cambiar modificar el rumbo de Atlético y para cambiar su imagen, que también parece ir en picada.
En la conferencia, otra vez, apareció la pregunta de rutina a “Vasco”. ¿Al equipo le hace falta un psicólogo? Esta vez, Azconzábal no se molestó. “Lo estamos charlando, lo estamos analizando. De todas maneras sería una arista más a todo esto: por una parte está lo mental, por otro lo deportivo; como lo técnico y lo táctico”, respondió el DT.
Ahora se viene Central Córdoba, el margen de error para Atlético cada vez es más chico. El futuro asoma más oscuro porque Azconzábal ya probó con cambios de nombres (esta vez hasta debutó Nicolás Campisi) pero nada parece alcanzarle.
El resultado no cambia, así como tampoco cambia el cariño de los hinchas que entendieron que es momento de apoyar, acompañar y aunque el equipo gane, empate o pierda, demuestran que Atlético sigue siendo grande por su gente.
1 x 1
Nicolás Campisi (4)
En su primera intervención se equivocó con los pies. Se lo notó dubitativo en las salidas y bastante inseguro.
Marcelo Ortiz (2)
Lejos del nivel que mostró en las temporadas anteriores. Perdió casi siempre con Chancalay y con Hauche y no fue una buena salida.
Bruno Bianchi (4)
Otra vez fue el mejor de la defensa, pero no bastó. Tiene mucha actitud, pero no puede resolver todos los problemas él solo.
Nicolás Thaller (3)
Perdió con Copetti casi siempre y llegó tarde en muchas oportunidades. A pesar de que tiene continuidad, no logra acoplarse.
José Doldán Aquino (3)
Sufrió con Hauche y con Chancalay. No fue salida y se mostró muy impreciso en la salida, cuando erró muchos pases.
Renzo Tesuri (5)
Muchos errores con la pelota. Fue de los más activos en el medio, pero muy desordenado. Eso sí, corrió hasta el final y se fue llorando.
Gastón Gil Romero (4)
Peleó en la mitad de la cancha, pero no se pudo imponer. Muchas veces quedó demasiado expuesto. Discutió demasiado con sus rivales.
Guillermo Acosta (5)
Corrió y corrió. Muchas ganas e ímpetu pero se vio superado por un mediocampo muy ágil que presentó la “Academia”.
Ramiro Ruiz Rodríguez (3)
Sin confianza. Entrar y salir del equipo no le hace bien. “Vasco” lo sacó en el entretiempo pese a que tuvo la más clara de su equipo.
Federico Andrada (3)
Lejos de Menéndez, corrió mucho y jugó poco. Estuvo impreciso con la pelota. No gravitó.
Cristian Menéndez (3)
Muy estático. Los centrales de Racing lo controlaron bien. Estuvo muy aislado.
Ramiro Carrera (3)
Llegó con lo justo debido a una lesión. No influyó en el partido.
Eugenio Isnaldo (3)
No generó peligro. Para colmo tampoco aportó en el retroceso.
Joaquín Pereyra (-)
Casi no entró en juego durante el partido.
Augusto Lotti (-)
Entró con ganas pero no contagió al resto.
Franco Coman (-)
No tuvo participación del juego.
Se completó la sexta fecha
Defensa y Justicia le ganó a Argentinos en La Paternal por 1-0, con gol de Tomás Galván en tiempo adicionado y se subió a la cima en su grupo. Además, en Avellaneda, Independiente (próximo rival de Racing) y Central Córdoba (visitará a Atlético el martes) empataron 1-1, por los goles de Andrés Roa para el “Rojo” y Francisco González Metilli para el “Ferro”. De esta manera, Independiente no pudo alcanzar a Tigre en la tabla y jugará el clásico obligado a sumar para no perderle pisada a los que se encuentran en puestos de clasificación. Por su parte, “CC” acortó distancias con Atlético en la tabla de los promedios y quedó a un punto del “Decano”. El juego del próximo martes será crucial.