Durante el desarrollo del Torneo Federal los resultados no acompañaron a Nicolás Avellaneda. Dos victorias y cinco derrotas colocaron al “Trueno Verde” en la séptima posición de la tabla general. Ante el complicado panorama, Daniel Allende dio su perspectiva acerca del desarrollo de esta primera rueda del campeonato.
“Fue atípica la primera rueda por el tema del covid-19. Eso no nos permitió contar con el plantel completo. Pero todos los días tratamos de mejorar y concientizar a los jugadores de dar un poquito más”, aseguró el entrenador, antes de enumerar cuales son los aspectos que quiere imprimirle al plantel para esta nueva seguidilla de duelos. “Intensidad en la marca, colaboración y fluidez en el ataque. Esas son las armas que busco que el equipo aproveche”.
Eso sí, se mostró autocrítico con el punto débil del equipo y mencionó qué fue lo que les faltó en los diferentes partidos. “Hay partidos que comenzamos ganando, después pasamos a perder por 20 puntos y al final nos acercamos. Nos está faltando la templanza y la experiencia para dar vuelta el partido. Ya nos pasó de quedarnos a las puertas varias veces. Por eso, creo que lo que debemos mejorar es la defensa”, señaló, antes de apuntar todos sus cañones contra los jueces. “Pasan cosas impresentables con los arbitrajes. En el último partido nos cobraron siete faltas técnicas y ocho antideportivas. Nos sacaron de partido en un abrir y cerrar de ojos. Encima el comisionado técnico le cantaba los segundos al equipo jujeño cuando ellos atacaban, algo que nunca se vio en el deporte. El arbitraje dejó mucho que desear”, argumento recordando la última derrota frente a Jujuy Básquet por 71 a 63. “Si no jugamos nosotros, los árbitros no generan sus ingresos. ¿Cuantos partidos dirigen en una semana? Ellos ganan más que los propios jugadores. Yo tengo chicos que ganan 10.000 pesos. Tenés que competir contra ellos y muchos chicos no quieren seguir jugando porque con dos o tres silbatos perdemos el partido. Normalmente debe ganar el que juegue mejor; no hace falta que hagan eso los árbitros”, retrucó.
Allende se mostró feliz por la gran asistencia de público que hay en los estadios de los clubes tucumanos. “Es lindo ver todas las canchas llenas. El primer partido entre Mitre y Talleres, la cancha explotaba. Igual cuando nosotros jugamos contra Belgrano; y pasa lo mismo con Independiente. Es muy satisfactorio poder tener los estadios colmados. Eso motiva mucho a los equipos”, concluyó.
El viernes, desde las 22, Nicolás Avellaneda recibirá a Jorge Newbery de Santiago del Estero; y la misión de Allende y sus pupilos es dejar atrás las frustraciones para volver a sonreír.