14 Marzo 2022
La traumática eliminación de la Champions League a manos de Real Madrid fue el detonante para la afición de PSG, que ya venía acumulando malestar por el rendimiento de su equipo, un conjunto de individualidades de otra galaxia pero que nunca llegaron a deslumbrar a nivel colectivo como se espera en los papeles.
De esta manera, las formas en las que se consumó el 1-3 en el Santiago Bernabéu generaron heridas que serán difíciles de cerrar para los simpatizantes parisinos, que vieron cómo el equipo con los contratos más caros del mundo quedó afuera en los octavos de final del torneo más importante de Europa.
Es por ello que el último domingo, en su regreso al Parque de los Príncipes, para el encuentro de la Ligue 1 frente al Bordeaux, los abucheos dominaron la escena, con dos protagonistas especialmente apuntados: Neymar y Lionel Messi.
Solo Kylian Mbappé, la figura de los franceses en la serie con Real Madrid, se salvó de la ignominia general. Las banderas con leyendas negativas también estuvieron a la orden del día. En ellas, también se atacaba al dueño del club, el qatarí Nasser Al-Khelaïfi. Incluso se les incautó a muchos hinchas rollos de papel higiénico que estaban dispuestos a arrojar al campo de juego cuando saliera el equipo.
Como si esto fuera poco, esta mañana, aparecieron pintadas insultantes por parte de grupos radicales de la afición del PSG en tres lugares claves de la institución: el Parque de los Príncipes, la sede ubicada en Boulogne y el centro de entrenamiento Camp des Loges en Saint-Germain-en-Laye. En la entrada al Parque, cerca de donde se encuentran las gigantografías de de Lionel Messi y Gianluigi Donnarumma, los mensajes claman por la salida del director deportivo, Leonardo y del presidente Nasser Al-Khelaïfi, según lo publicado por La Nación.
“QSI, 10 años de mediocridad”, es lo que se leía en el ingreso a la sede de Boulogne, en referencia a la gestión de los qataríes, además de “Leo/Nasser. Loin de nas terres, Paris c’est nous” (fuera de nuestras tierras, París somos nosotros).
En las últimas horas, los ultras de PSG presentaron un comunicado en el que pidieron entre otras cosas la dimisión del presidente Nasser Al-Khelafi, un hecho que no tiene precedentes en los diez años de gestión de los qataríes en el club más popular de París.
Todas estas turbulencias aceleraron los rumores de salida tanto de Neymar como de Messi, de quien algunos periodistas en Barcelona dicen que su padre habría comenzado a gestionar su regreso a Cataluña.
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