En la tarde noche de ayer el ministerio de Agricultura -contrario a lo que venía anunciando- ordenó el cierre del registro de nuevas exportaciones. La medida aplicará por tiempo indeterminado. Como consecuencia de esa decisión quedaron paralizadas las salidas de la harina de soja y del aceite de soja a los mercados internacionales.
La repentina maniobra del Gobierno generó más incertidumbre sobre si esta decisión será acompañada por el incremento en las retenciones, algo que en el sector agropecuario ya era especulable por el contexto en el que la Nación acordó nuevos términos para los pagos de la deuda con el Fondo Monetario internacional.
Actualmente los productores pagan el impuesto de 31% de los derechos de exportación de estos subproductos sojeros, pero se estima que, si se concreta el ajuste, tanto el aceite como la harina pasen a tributar al menos un 33%, lo que paga hoy la exportación del grano de soja.
Contradictorio
A fines de febrero el titular de la cartera nacional de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, había aseverado en una conferencia de prensa que “este ministerio quiere que se exporte más, este ministro quiere llegar al millón de toneladas (exportadas) y los temas agropecuarios desde que asumí los decide este ministro y el Presidente (Alberto Fernández), por eso no va a haber cierre de exportación ni aumento de retenciones. Esta es la tarea que me delegó el Presidente de la República”. El anuncio se daba en medio de la necesidad del oficialismo por conseguir apoyo en el Congreso para la aprobación del acuerdo con el Fondo. A días de haber obtenido la media sanción en Diputados, la promesa ya comenzó a incumplirse.