Durante 2 años y 92 días, el Gobierno Nacional, exceptuando la gestión sanitaria, no dejó barbaridades por hacer, que se plasmaron en una derrota en las urnas que lo llevó a perder fortaleza política, que en democracia, garantiza la gestión de Gobierno. La serie ininterrumpida de desaciertos, trepó al límite el 10/03, en la vergonzante sesión de la Cámara de Diputados, cuando se trató el acuerdo con el prestamista internacional, oportunidad en que el Gobierno blanqueó su debilidad, haciendo concesiones vergonzantes a la oposición, para terminar hipotecando el futuro del pueblo. Frente a este escenario de riesgo, y ante el relato de la “única salida” argumentado por el Ejecutivo “, procurando justificar semejante claudicación política y económica, los “ciudadanos de a pie” en algún punto de la historia interpelaremos al Presidente por: (1) no investigar a Macri, y mostrarlo como responsable de la deuda;(2) no plantear el caso en tribunales internacionales;(3) no poner en conocimiento de los estados miembros del organismo las violaciones internas; (4) por no dejar en manos del pueblo la decisión de pagar o no a través de una consulta popular; (5) haber engañado al pueblo cuando dijo: “ entre la economía y la vida, elijo la vida..”; (6) por ceder ante el poder financiero y la oposición una incómoda mayoría transversal, contraria a la verticalidad peronista; (7) haber legalizado el endeudamiento de Macri, liberándolo de toda responsabilidad; (8) cederle al FMI todas las decisiones económicas;(9) haber permitido un “caballo de Troya en el gobierno del pueblo (“Negociaciones con el FMI”, LA GACETA, 8/11/21); (10) porque a partir de junio de 2023 el FMI jugará como un “soldado del movimiento liberal” (“El FMI y la Política”, LA GACETA 21/02), ante un Gobierno que carece de fortaleza política para hacer frente a sus embestidas. Para poner fin a mi punto de vista, permítame recordarle, Señor Presidente, que “cuando los pueblos agotan su paciencia hacen tronar el escarmiento”.
José Emilio Gómez