Por mayoría, la Legislatura ratificó el “Consenso Fiscal 2021” que las Provincias firmaron con la Nación en materia tributaria. La Casa Rosada dijo que el acuerdo marca pautas en torno a endeudamientos y gastos de los distritos, a la vez que extiende el freno a la baja de alícuotas de Ingresos Brutos (IIBB) acordada por el ex presidente Mauricio Macri en 2017. A su vez, comunicó que se busca devolver autonomía y generar estabilidad y seguridad jurídica a las provincias poniendo topes a las alícuotas actuales.
La oposición, no obstante, consideró que se está abriendo una puerta para incrementar aún más la presión fiscal sobre la clase media y un sector productivo ya asfixiado en materia impositiva. Incluso, señaló que el acuerdo permite a las provincias crear nuevos tributos como el impuesto a la herencia. El debate con los contrapuntos sobre el acuerdo con el FMI.
El presidente del comité de Hacienda y Presupuesto, Juan Ruiz Olivares (FdT), informó que en el acuerdo se fijó una tabla con las alícuotas máximas aplicables para cada actividad. Dijo que con el impuesto de Sellos se establece una alícuota máxima del 3,5% a la transferencia de inmuebles; del 3% a la de automotores; y del 2% a los restantes actos, contratos y operaciones alcanzadas por este tributo. En tanto no están sujetos a alícuota máxima todo lo relacionado a los juegos de azar. Respecto al impuesto Automotor dijo se establece como alícuota mínima anual un 2% (excepto automotores vinculados a la actividad productiva). En cuanto al Inmobiliario, sólo dijo que “se adoptarán los procedimientos de valuación establecidos por el Organismo Federal de Valuación de Inmueble para el cálculo y la determinación de las valuaciones fiscales”. El miembro informante, a la vez, dijo que el Consenso autoriza a las provincias a la creación de un impuesto a la herencia.
La oposición, que hizo constar sus votos negativos, expuso otra lectura. En líneas generales marcó que Tucumán ya es una de las provincias con mayor asfixia del país; que muchos impuestos son distorsivos; que en vez de aumentar las cargas impositivas se debe incrementar la base imponible; y que se en lo que se debería trabajar es en reducir el gasto público y político.
Ricardo Bussi (FR) dijo que el Consenso 2021 es lo contrario a lo que se debe hacer. “No se puede seguir sosteniendo estos impuestos porque sino no va a venir ninguna inversión privada a generar trabajo genuino con estos niveles de presión”, dijo.
El radical José Ricardo Ascárate destacó que el pacto fiscal que se firmó en la gestión de Macri bregaba por reducir impuestos distorsivos, como IIBB, y que el nuevo consenso es consecuencia del ajuste por el FMI. “No es un pacto, es un sometimiento fiscal para la clase media”, lanzó.
El oficialista Gerónimo Vargas Aignasse salió al cruce del radical, quien también mencionó que la Nación actúa como “príncipe soberano”, violando el federalismo y avasallando un sistema preexistente. “Me vino a la memoria que Macri, por decreto, cedió el 2% de la coparticipación a CABA en desmedro de las provincias. Si eso no es un acto del príncipe soberano, no sé de qué estaríamos hablando”, lanzó. Respecto al Consenso Fiscal, dijo: “no es para aumentar impuestos, eso no es cierto. Simplemente es para establecer reglas para ordenar nuestro sistema tributario. Un default es lo peor que le puede pasar a la Argentina”, mencionó.
El jefe de la bancada oficialista, Roque Tobías Álvarez, opinó que Tucumán no perderá autonomía con los cambios, y advirtió que el consenso aún debe ser aprobado en el Congreso. “Esto es con los pies en la tierra y sin ánimos de hacer política o buscar un voto”, reprochó. Recordó que la producción de papa y de limón hoy tiene alícuota cero en IIBB. “No vamos a desproteger a las industrias y, por sobre todo, a las actividades agropecuarias de Tucumán”, expuso.
El radical José María Canelada opinó que con el consenso 2021 se abren puertas que podrían impactar en los bolsillos de la gente. “¿Qué es este ensañamiento con la clase media? El camino no es incrementar alícuotas ni crear impuestos, está probado que no nos lleva a ningún lado”, dijo. En tanto que Nadima Pecci rechazó que subir impuestos al sector privado sea una solución. “En vez de reducir el gasto y fomentar el empleo, lo que hacemos es lo contrario”, expuso.
Raúl Albarracín (PJS) dijo que para incrementar la recaudación se debe estimular la inversión. “Que Tucumán esté a tope de presión fiscal no es estimular la inversión. Para mejorar la recaudación hay que aumentar la base imponible, no las alícuotas. El consenso va a aumentar la presión fiscal aún más”, rechazó en su alocución.
Federico Masso (Libres del Sur) tuvo un discurso mucho más politizado. “Ahora parece prohibido decir la palabra default; que los jubilados ganen menos de la línea de indigencia no es default. Tampoco que la línea salarial esté por debajo de la inflación. Nuestros trabajadores públicos y privados son pobres. El arreglo va a profundizar al default de la clase media”, dijo.
Exención impositiva
Beneficio y reparo.- Se convirtió en ley una iniciativa para eximir de impuestos durante 10 años a las empresas que se radiquen en el Parque Industrial y Tecnológico Pacará, en Banda del Río. “Este Proyecto traerá más inversión que se traducirá en más crecimiento y trabajo para los tucumanos y bandeños”, expuso el legislador Gonzalo Monteros, impulsor del proyecto. Hay beneficios para las firmas en impuestos como Ingresos Brutos, Salud Pública, Inmobiliario y de Sellos, según expuso el parlamentario. La iniciativa provocó reparos en Fuerza Republicana. “Genera desigualdad con otras empresas. La reducción tributaria siempre es bienvenida. Están beneficiando a unas para perjudicar a otras. Se habló de seguridad jurídica cuando debatíamos Consenso Fiscal”, cuestionó Bussi.