Violación en Palermo: qué declaró uno de los acusados que rompió el silencio

Violación en Palermo: qué declaró uno de los acusados que rompió el silencio

Contó su versión de lo sucedido y cómo conoció a la víctima.

ARRESTO. Seis hombres fueron acusados de atacar sexualmente a una joven cerca de plaza Serrano, en Palermo. ARRESTO. Seis hombres fueron acusados de atacar sexualmente a una joven cerca de plaza Serrano, en Palermo. FOTO TOMADA DE INFOBAE.COM
11 Marzo 2022

Los seis hombres acusados de violar a una joven en Palermo tuvieron la posibilidad de ampliar su declaración indagatoria y salvo dos, los demás se abstuvieron de hablar ante la Justicia. Uno de los que rompió el silencio fue Ignacio Retondo, quien dio su versión de lo sucedido a metros de la plaza Serrano, en el barrio porteño.

En una noticia publicada por Infobae.com, se sostiene que Retondo accedió a hablar por Zoom desde la comisaría en la que se encuentra detenido.  Sostuvo que es amigo de los acusados Franco Lykan y de Lautaro Ciongo, con los que se encontró el día anterior, “en la casa de un amigo que vive en villa Adelina, adonde suelen ir, donde pintó quedarse a comer unos choripanes, hasta la noche. Después decidieron ir con Lykan y Lautaro a la a casa de Lykan, ahí se cambió Lykan y luego fueron a su casa, aproximadamente a las 3 de la mañana”.

Siempre siguiendo con lo reproducido por el medio porteño, el acusado habría manifestado que se fue junto a sus amigos hasta plaza Serrano, en donde bebieron y tocaron la guitarra.

También se relata que conoció a la víctima en un boliche y que jamás antes había visto a los otros tres acusados: Ángel Rámos, Alexis Cuzzoni y Thomas Domínguez.

En otro pasaje de su declaración, Retondo habría contado que se fue a la plaza “hasta que aparecen estos tres pibes con la piba. El dicente no los conocía, a ninguno, tampoco Likan y Ciongo. La chica se acerca le dice que le había gustado mucho una canción que estaba tocando, y nada, le habla sobre la canción y esa fue la única conversación que tuvo con la chica. Ella le preguntó si le parecía linda y le dijo que sí, porque no le iba a decir que le parecía fea, y nada más, eso fue lo único. Estuvieron ahí un rato más, y arrancaron a caminar en la dirección que habían venido, todos”.

Sobre lo ocurrido dentro del Volkswagen Gol, en el expediente se habría asentado que “el dicente ve pasar a una mujer de vestido rojo con dos criaturas, y decide ver qué pasaba en el auto y ve a Ciongo con la chica besándose, ella le tocaba la cara, él la pierna y ahí les dijo el dicente que la corten, que había un montón de gente, que se fueran y ahí se vuelve a sentar adonde estaba, a esperar, le pregunta al de rastas si tenía el porro y le dice que lo tenía un amigo que estaba a la vuelta. Ahí el dicente se para, se va a la vuelta, vuelve, le da una pitada y ahí ve que el de rastas se fue para adonde estaba el que supuestamente estaba filmando y el dicente va detrás de él”, afirmó.

“Con respecto al acto sexual que observó, el dicente le dijo a Ciongo que no daba entrar al auto y que los otros hablaban que querían sumarse, y no sabe por qué Ciongo se subió, no sabe qué le dio. A la chica la vio inclinarse hacia Ciongo, no sabe si hacia sus genitales o su boca, no lo vio, sólo la vio inclinarse. A preguntas sobre en qué condición la vio a la chica, dice que la primera vez que la vio, la vio bien, hablaba, no la vio tambalearse ni nada, fue el único contacto porque la segunda vez ya caminaba abrazada al chico con el que se subió al auto. Al principio iba caminando bien, charlaba, no la vio mal, como ser re pasada o algo así”.

A cerca de la pelea con los vecinos, relató que “el pibe (por Dominguez, otro de los detenidos) le preguntó (a uno de los vecinos) si estaba filmando, el tipo le dice que no, el pibe le dice si le muestra y el tipo le dice que no y se para con una piedra en la mano. Ahí empieza como un enfrentamiento en el que se vuelven hacia el auto, ahí le pegan, en el ojo, en la cara, le empieza a sangrar la nariz y empieza a correr hacia un restaurante, se mete ahí. Ahí le prestan un hielo, el dicente tenía sangre en su remera, se va al baño, se limpia, sale y ve todo el enfrentamiento desde el restaurante y ahí, al rato viene un policía, lo va a buscar y lo lleva para el auto, le pregunto si estaba con los del auto, le dijo que sí, le puso las esposas y todo lo que paso después”.

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