El izquierdista Gabriel Boric, el presidente más joven de Chile, asume en el caargo y promete un giro feminista, ecológico y moderado en su gestión. Tiene 36 años y maneja códigos milenial, en un país que busca un nuevo pacto social.
Es un ávido lector, fanático de la poesía y no titubea para defender en sus redes sociales a la estrella mundial del pop Taylor Swift, como así también sobre el futuro del planeta y de la justicia social con el expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica.
El año pasado fue proclamado como candidato presidencial en la agrupación Apruebo Dignidad junto al Partido Comunista. Desde entonces, su discurso se atenuó.
"No tenemos un único modelo" a seguir, dijo a la AFP antes de la primera vuelta presidencial en noviembre. Sus referencias de bienestar social pasan por los países escandinavos, Uruguay o Nueva Zelanda.
¿A quiénes invitó a la ceremonia?
Boric se desmarcó de líderes de la izquierda latinoamericana que la defienden desde el dogma y puso distancia con gobiernos bolivarianos. Por esa razón invitó a su toma de posesión a los escritores nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli, al candidato presidencial de Colombia Gustavo Petro y a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Es un estudiante como cualquiera (en Derecho) que sale con su novia, Irina Karamanos, y amigos a tomar unas cervezas o comer su sándwich preferido, con una camiseta de lema combativo, bermudas y botines que le dan un aire rockero a este fanático de la banda de metal Tool.
Estudiante de Derecho
En su juventud lideró la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y en 2014, cuando tenía 27 años, asumió un primer mandato como diputado. Aún por titularse en Derecho en la Universidad de Chile, moderó su tono con señales simbólicas desde su victoria el 19 de diciembre cuando derrotó con 56% de los votos al ultraderechista José Antonio Kast.
La residencia
Como presidente vivirá en una casona de 1929 del barrio Yungay, una zona de pasado glorioso, pero abandonado donde conviven con orgullo de comunidad chilenos de clase trabajadora y baja, inmigrantes hacinados y algunos jóvenes que buscan resucitar esta zona patrimonial cerca del palacio presidencial de La Moneda.
Se comprometió a liderar un "gobierno feminista". Con esa idea designó 14 ministras en 24 carteras, entre ellas Interior, Cancillería, Justicia y Derechos Humanos. También rometió a dar mayor peso político al Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.
La familia
Sus padres, Luis Boric y María Soledad Font, le apoyan desde su casa familiar en Punta Arenas, 3.000 kilómetros al sur de la ciudad de Santiago. Boric nació en esa ciudad en una familia demócrata cristiana, y desde muy joven cuestionó el modelo neoliberal implantado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La Convención Constitucional que Boric apoya sin fisuras debate una nueva Constitución que sustituya a la vigente, señalada como origen de las desigualdades. El flamante presidentte despertó empatía y mucha esperanza entre sus seguidores, algo atípico en la sociedad chilena.
Los detractores de derecha y empresarios acusan a Boric de tener ideas refundacionales, mientras los más izquierdistas advierten que con su poca experiencia política será blando y moderado para los cambios estructurales que esperan.