Militantes de agrupaciones de izquierda que se manifestaban en contra del acuerdo con el FMI rompieron los vidrios de las ventanas del despacho de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, después de arrojar piedras y bombas de pintura.
La ex mandataria se encontraba en el lugar, ubicado en el primer piso, en el momento del ataque. “Ayer por la tarde cuando la Cámara de Diputados iniciaba el nuevo acuerdo con el FMI para financiar el préstamo que Mauricio Macri solicitó a ese organismo por 57 mil millones de dólares estábamos en mi despacho en el Congreso de la Nación el senador Oscar Parrilli, la senadora Anabel Fernández Sagasti, el diputado Máximo Kirchner y quien les habla. En ese momento la plaza de dos Congresos se desarrollaba una multitudinaria movilización política en contra del plan económico del FMI”, dijo hoy la ex presidenta, a través de sus redes sociales.
“Paradójicamente fue mi despacho el que atacaron el que hizo frente a los fondos buitres, quien mantuvo afuera el FMI cumpliendo el legado de mi compañero Néstor Kirchner”, resaltó en un video que compartió la vicepresidenta.
Los disturbios y destrozos sucedieron durante la manifestación que se llevó a cabo desde el mediodía, con militantes de partidos de izquierda como el Partido Obrero, Polo Obrero, Movimiento de Trabajadores Socialistas (MTS), el Nuevo MAS y Libres del Sur, entre otros.
Pasadas las 14.30, un grupo se fue sobre la esquina de Entre Ríos e Yrigoyen, donde está el despacho de Cristina, y lanzaron proyectiles que impactaron sobre los vidrios de las ventanas, que por la tarde quedaron abiertos.
También se rompieron los despachos del jefe del bloque oficialista José Mayans (segundo piso) y Oscar Parrilli (tercero).
En tanto, los empleados debieron evacuarse porque llegaron a impactar piedras con fuego que podían incendiar las cortinas del despacho.
Cerca de las 16, la Policía logró dispersar a los manifestantes más violentos con el accionar de camiones hidrantes y efectivos motorizados.
Tras el aviso de la Policía, intervino la jueza María Eugenia Capuchetti, quien solicitó pericias para relevar los daños y filmaciones para chequear si se puede individualizar a alguno de los agresores.
En la Justicia porteña hay dos causas abiertas: una por uno de los detenidos y otra por las lesiones a un agente.