Gracias a Dios estamos volviendo a la vida musical

- ¿Cuándo empezó a tocar trompeta y por qué?

- Con la trompeta arranqué bastante tarde, a los 15 o 16 años. Mi padre era trombonista; tocaba como integrante de orquesta y fundó un grupo muy famoso, German Brass. Yo crecí escuchando grupos; un día me llamó la atención un trompetista. Empecé a tocar como hobby, porque yo tocaba piano y guitarra, y hasta quería ser piloto de avión. Pero me ganó la trompeta y a los 18 años arranqué con los estudios en Alemania y en Austria (lo dice con acento alemán).

- ¿Cómo es tocar en escenario tras casi dos años de protocolos sanitarios, en que los instrumentos de viento sufrieron más restricciones que los demás?

- Es especial, porque cada concierto lo es. Es volver a compartir sentimientos y emociones con el público, porque de eso se trata la música. Gracias a Dios estamos de a poco volviendo a la vida musical de antes y espero que sigamos así.

- Su padre, Enrique Crespo, compuso la obra Pasodoble y Olé, que usted toca como solista. ¿Cuándo la compuso y en qué circunstancias?

- El escribió Pasodoble y Olé para su grupo, en el 93, como parte del disco “Around the world”. Es una obra para bronces: requiere una formación de trompeta, corno, tuba y trombón. Lo que yo hice ahora es tomar la voz del solo de trompeta, y a los otros instrumentos los transcribí a violín, viola, chelo y contrabajo, que resulta un interesante experimento y que suena muy bien.

- ¿Cómo es tocar a dúo con Valentín Garvie la Sonata de Franceshini?

- Con Valentín nos une una amistad de muchos años. Nos conocimos en Alemania, donde tocamos juntos en varios ensambles, y nos entendemos muy bien. La Sonata de Franceschini es una obra muy bella, y con Valentín impactamos muy bien; es un placer tocar juntos.

- ¿Qué expectativa tiene para este concierto en el teatro San Martín con la Orquesta Estable?

- Es un gusto venir a tocar en Tucumán, donde me siento muy bien tratado; el ambiente es muy amable, me siento como en casa y tengo muchos amigos. Además tocar con la Orquesta Estable es una grata experiencia y el director Jorge Bulacia Soler es muy buen profesional. Las circunstancias del concierto son perfectas, así que mi expectativa es pasarla bien, hacer buena música y que el público la disfrute tanto como nosotros.