Los vecinos de El Corte, en el límite entre la ciudad de Yerba Buena y la comuna de San Javier, están prácticamente sin agua. Según ellos mismos cuentan y la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) ratifica, reciben agua potable desde tres sitios diferentes. Algunos, son provistos a través de una toma situada en el arroyo Frontino, que desciende desde el cerro. Desgraciadamente, la testaruda tormenta del último fin de semana produjo daños en los conductos. Otros, reciben el servicio desde una cisterna situada en la calle Los Pinos. Tras ese aguacero, reportaron inconvenientes. Y finalmente, unos terceros se nutren de un sistema implantado en los terrenos del Hogar Agrícola San Agustín y cuya vertiente es el río Muerto; aquí también la lluvia hizo de las suyas. "En consecuencia, llevamos cinco días sin agua", relata Patricio Smitsaart.
Adriana Dumit, otra residente, se oye exasperada: "¡cómo puede ser que por una tormenta estemos así! Esto pasa cada vez que llueve. Necesitamos que el Gobierno haga las obras que corresponden. Aquí viven niños y personas mayores". Desde la mirada de Eli Bongiovani, la situación suena incomprensible. "El agua es importantísima para nuestra vida diaria. Hemos intentado que vengan a solucionar este inconveniente gravísimo. Por supuesto, la gente que tiene dos o tres tanques puede aguantar un tiempo más. Pero al cabo, esto es insostenible", relata.
El ingeniero Augusto Guraib -titular de la SAT- no desconoce la problemática. En primer lugar, explica que la estación de bombeo que se encuentra en San Agustín se ha inundado. "Se mojaron todas las bombas. Además, como se inundó la cámara, porque se encuentra a la altura del río, hemos quedado sin posibilidades de bombeo. Si las condiciones climáticas lo permiten, hoy culminaremos con las reparaciones y se restituirá el servicio", detalla.
Luego se refiere a otras dos tomas, Frontino y Piedras (esta última abastece a la zona conocida como Loma de Imbaud). Guraib precisa que se trata, básicamente, de cauces superficiales. Por lo cual -prosigue- sufrieron muchísimos daños debido al gran caudal que transportó la lluvia del sábado, que descargó más de 120 milímetros de agua en una hora y media en Yerba Buena y alrededores. "Se está recuperando el sector de la toma Piedras con escavadoras y maquinarias pesadas. En principio, entre hoy y mañana tenemos que restituir el servicio", promete. Mientras tanto, afirma que procuran abastecer a los pobladores con los camiones cisternas de la SAT.
El sistema de mejoramiento de distribución del agua potable del Hogar San Agustín -el más nuevo de ese paraje- fue inaugurado en 2016. La obra consiste en un sistema de captación en el río Muerto, mediante la instalación de filtros ranurados. El agua que se recoge de las profundidades de ese lecho es trasladada hacia una cámara. Desde ahí, el líquido se impulsa mediante bombeo hasta una cisterna. La distribución desde la cisterna hacia las casas se efectúa mediante dos bombas (una trabaja a pleno y la otra se encuentra de reserva).
"Es muy frustrante. Nuestras necesidades pasan por agua; mantenimiento de las calles; canalización de las aguas de lluvias; seguridad; transporte; gas y conexiones viales". Roberto de la Rosa.
El humorista yerbabuenense Alberto Calliera, fallecido en 2020, solía escribirles en este diario a los vecinos de El Corte que, si vivían allí, no podían quejarse: cortes de agua; cortes de luz; cortes de caminos... Amén de la broma, lo cierto es que la fragilidad y vulnerabilidad de los servicios urbanos en ese paraje quedan en evidencia con cada fenómeno inusitado de la naturaleza, como las tormentas de verano. "Es muy frustrante esta situación. Uno no tiene eco para cosas elementales. Nuestras necesidades más urgentes pasan por agua potable para todos; mantenimiento de las calles, especialmente en verano; canalización de las aguas de lluvia; seguridad; transporte público eficiente; gas natural y más conexiones viales", describe Roberto de la Rosa.
El arquitecto y vecino Jorge Camps piensa que vivir en El Corte implica cierta aceptación de una vida más agreste. No obstante, advierte que el crecimiento urbano ha generado una presión sobre los servicios públicos: "hace 15 años, las casas eran habitadas los fines de semana, en su mayoría. Hoy, son de ocupación permanente. La población ha crecido", calcula. Agua potable, alumbrado público y recolección de residuos son tres ítems en los que sí hubo mejoras. Gas natural, seguridad y caminos, en cambio, los anota en el apartado de los inexistentes.
De hecho, durante años estuvieron en ocasiones aislados del resto de Yerba Buena, debido a la precariedad del puente que cruzaba sobre el río Muerto. Hasta que finalmente fue reemplazado, a comienzos de 2020. El proyecto para demolerlo y construir otro había comenzado a ser impulsado por la Dirección Provincial de Vialidad en 2017, después de que una tormenta (en marzo de 2015 y mucho más cruenta que la de este fin de semana) pusiera en duda la estabilidad de la estructura y desnudara los efectos de la extracción de áridos. Afortunadamente, hoy caminan sobre un puente nuevo. Pero esa sigue siendo la única vía para pasar del oeste al este del río Muerto.
La necesidad de nuevas conexiones no le pasó inadvertida al municipio yerbabuenense. Eso sí, quedó apenas en un anhelo. Desde 2015 existe un proyecto para la apertura de una calle que comunique el sector de la escuela República de Italia con la calle Chubut y el camino de sirga, en La Rinconada.
La idea de una nueva vinculación sobre el río Muerto se enmarca en otra más ambiciosa: la construcción de una carretera de circunvalación oeste, que pondría fin a varios de los problemas viales. Esta autovía partiría en la intersección del camino de sirga y avenida Solano Vera, donde actualmente converge el tráfico de Yerba Buena, El Manantial y San Pablo. Desde allí, se prolongaría por el camino de sirga, enfrente de los barrios Los Azahares, Las Jarillas, Las Yungas y otros. Tras bordear la parte trasera del cementerio San Agustín, saldría a la rotonda de la avenida Aconquija. Manuel Courel, jefe de Gabinete municipal, cuenta que le han presentado algunos borradores al ex legislador Sisto Terán Nougués, hoy titular del Plan Norte Grande.
Finalmente, otro tema preocupante es la expansión inmobiliaria. El debate sobre el pedemonte se remonta a fines de 2015, cuando se prohibieron los desarrollos inmobiliarios al oeste del río Muerto (la zona más frágil). El Corte se encuentra dentro de la llamada unidad ambiental cinco, y de la zona roja de la Teoría del Semáforo. Así lo establece el Código de Ordenamiento Urbano local. Ese conjunto de normas explica que esa unidad ambiental es la "madre de todas las unidades ambientales", porque debe preservar el ecosistema del Gran San Miguel de Tucumán.