La dolorosa carta de la joven abusada en Palermo: "Me sentí hostigada"

La dolorosa carta de la joven abusada en Palermo: "Me sentí hostigada"

La víctima de la violación en banda cuenta que siente una angustia desmesurada y pide que dejen de pasar las imágenes de las horas previas al hecho. Reitera que se resguarde su identidad.

Los seis acusados al momento de su detención TN
10 Marzo 2022

La joven de 20 años que fue víctima de una violación en banda ocurrida el 28 de febrero en Palermo Soho escribió una carta pública donde cuestiona a los medios de comunicación y cuenta cómo se siente después de lo sucedido. No se refirió al abuso ni a cómo se dieron los hechos sino que reflexionó sobre el tratamiento informativo del caso. Destaca que se siente angustiada y pide que dejen de transmitir las imágenes donde aparece junto a los acusados. 

En el texto, que circuló en diferentes portales web, destaca la celeridad de la Justicia y denuncia que programas de televisión difundieron su identidad. "Por un lado, me siento muy agradecida por la visibilización que se le dio a mi caso en sentido de la presión que se genera para que se haga justicia, gracias a ello varias personas se contactaron conmigo para solidarizarse y ofrecerme su ayuda en la medida de lo posible, sin embargo, por otra parte, casi desde el momento inicial de lo ocurrido, me sentí totalmente hostigada por parte de los medios", manifiesta. 

"Desde el momento en el que pude recobrar un poco de fuerzas no sólo estuve preparándome para el dolor y la angustia que me genera la situación e iniciar una instancia penal teniendo veinte años, sino también preparándome mentalmente para lo que se venía: la exposición de un caso y de una víctima como un circo mediático", recalca la joven quien además menciona el trabajo que lleva adelante su abogado defensor, Hugo Figueroa. 

"Me genera mucho dolor la poca protección de mi identidad"

En la segunda parte de su carta, la joven hace hincapié en la difusión de las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona que muestras sus instantes previos a la agresión sexual. "He visto mucha indignación en las redes y medios a favor de mi persona, que pobre chica, que sufrió un infierno, que la apoyamos, que repudiamos lo que le pasó, que ojalá esté bien... Sin embargo, a pesar de ello, no he visto que ninguno de los medios que trasmitieron ese mensaje de “apoyo” hayan blureado mi imagen al 100%, creo que ni siquiera se cuestionan (o no quieren hacerlo) que el hecho sea trasmitido todos los días en todo momento es revictimizante y me genera mucho dolor ya que claramente lejos de ayudar más que nada hace que me remita al hecho constantemente, cosa se imaginarán, no es para nada saludable luego de una experiencia así", reflexiona. 

"Lo que realmente me sorprendió y me duele muchísimo al punto de generarme terror y una angustia indescriptible (además claro, de la situación vivida) es la poca responsabilidad que han tenido los medios con la protección de mi identidad", agrega. 

"El respeto a la protección de la identidad de la víctima es un derecho"

La chica cuenta que en un programa de televisión difundieron su nombre. "En el momento que sucedió, mi abogado, Hugo Figueroa, quien me está prestando sus servicios desinteresadamente, les indicó a los panelistas que no tenían bajo ninguna circunstancia el derecho de develar información sobre mi identidad y sin embargo, los mismos comenzaron a discutir (...) sin demostrar ningún tipo de remordimiento, diciendo que la causa es de carácter público", relata. 

"Si me preguntan cómo estoy a partir de esta situación, si antes me daba miedo salir a la calle, ahora me da pánico, tengo episodios de hipervigilancia y angustia desmesurada, tengo un diagnóstico de estrés post-traumático y lo único que quiero es poder recuperarme para continuar con todos los proyectos que tenía planificados y en la medida de lo posible retomar la vida normal que tenía antes de ser violentada", comparte. 

El texto finaliza con una serie de interrogantes y una reflexión. "El respeto a la protección de la identidad de la víctima no es un favor, es un derecho". El texto finaliza con una serie de interrogantes y una reflexión. "El respeto a la protección de la identidad de la víctima no es un favor, es un derecho". 

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