Hace 40 años se despedía la gran banda del rock nacional

Hace 40 años se despedía la gran banda del rock nacional

El 6 y el 7 de marzo de 1982 Serú Girán daba sus últimos conciertos en Obras, tras el anuncio de la partida de Pedro Aznar a EEUU.

UNA MARCA CULTURAL. La banda que integraban Oscar Moro, David Lebón, Charly García y Pedro Aznar estaba en su mejor momento creativo. UNA MARCA CULTURAL. La banda que integraban Oscar Moro, David Lebón, Charly García y Pedro Aznar estaba en su mejor momento creativo.
10 Marzo 2022

Seru Girán se puede escribir con o sin acento, pero se pronuncia con acento porque, en realidad, la expresión no tiene significado. Además del nombre de la mítica banda, era la canción que abría su primer disco y que está hecha en un idioma completamente ficticio.

“Me voy a estudiar a Berklee”, lanzó un día Pedro Aznar.

Era diciembre de 1981 y el bajista que después tocaría con Pat Metheny, se abría del proyecto tras casi cinco años junto a David Lebón, Charly García y Oscar Moro. Serú Girán, una de las bandas más grandes que dio el rock nacional, atravesaba entonces su mejor momento.

Hace 40 años, el 6 y el 7 de marzo de 1982, el grupo (considerado por muchos el mejor de todos los tiempos en el país) daría sus últimos conciertos en Buenos Aires, en el Estadio Obras, que quedarían registrados en un disco en vivo.

Los planes

El anuncio de Aznar trajo incertidumbre, pese a que Serú ya tenía versiones en inglés de “Peperina”, “Seminare” y “Esperando nacer”, y posibilidades de shows en Europa, conseguidos por Daniel Grinbank, el mítico representante. Entonces el grupo encaró algunos compromisos de verano que ya había preacordado, como su participación en el Festival de La Falda (en una recordada edición marcada por la intolerancia del público con las nuevas expresiones musicales) y una gira por la costa.

Al anunciar los shows definitivos en Obras la banda ingresaría en un impasse. Entre otras alternativas, se barajaba reemplazar a Aznar por el uruguayo Beto Satragni o buscar un guitarrista y que Lebón tocara el bajo, hasta que finalmente se cayó en la cuenta que ningún enroque resultaría.

En Obras, Serú Girán repasó canciones de sus cuatro discos y mostró composiciones que comenzaban a perfilarse como material para un futuro álbum, como “No llores por mí, Argentina”, “Yo no quiero volverme tan loco” y “Oh, Dios ¿qué puedo hacer?”. Estas últimas fueron incluidas finalmente en los discos solistas “Yendo de la cama al living”, de Charly, y “El tiempo es veloz”, de Lebón. La banda editó cuatro discos de estudio: “Serú Girán” (de 1978); “La grasa de las capitales” (1979); “Bicicleta” (1980) y “Peperina” (1981).

Los shows del 82 fueron registrados por el ingeniero Gustavo Gauvry y, meses después se publicó un disco en vivo con numerosos retoques en estudio, que llevó el nombre de la primera de las nuevas canciones, “No llores por mí, Argentina”, y que resultó el epitafio del grupo.

Precisamente ese tema y una versión de “Popotitos”, con algunos cambios improvisados en la letra, como el recordado pedido cantado de Charly para que el iluminador Miguel Quaranta bajara la intensidad de las luces, fueron las únicas novedades.

El después

La idea de seguir como trío no pasó más allá de un especial que se grabó para ATC, con pistas sacadas de la despedida. También de las versiones de “Música del alma” y “San Francisco y el lobo”, que Lebón y García compartieron el 16 mayo de 1982, durante el Festival de la Solidaridad Latinoamericana del que participaron en nombre de Serú.

A poco tiempo, tanto Charly como Lebón comenzarían a trabajar en los discos que pondrían en marcha de manera sus carreras solistas, en tanto que Moro conformó un dúo con Satragni que produjo un excelente registro de 1983.

Los registros

En la década de 1990 hubo un reencuentro, con un nuevo álbum, sin más intención que la de un autohomenaje, pero sin plan de continuidad. “Serú Girán es un grupo que cambia y hoy es la última vez que vamos a tocar así, pero las canciones no van a morir para nada. Quédense tranquilos”, se escucha decir a Charly a su público en el anticipo del documental.

En diciembre de 2019 apareció una reedición de “La grasa de las capitales”, el segundo álbum de la banda, un tesoro recuperado del catálogo de Music Hall que hizo el Inamu (Instituto Nacional de la Música). El sonido fue restaurado por Aznar y Ariel Lavigna, y fue remezclado y remasterizado.

“La grasa de las capitales” es el segundo gran disco de finales de los 70 y principios de los ochenta. Salió con nueve canciones, en su mayoría escritas por García y Lebón. Figuran en ese melancólico repertorio, “San Francisco y el lobo”, “Perro andaluz”, “Noche de perros” y la referencia suicida de “Viernes 3 AM”, más ligados a una época oscura que se terminaba.

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