Como en cada 8 de marzo de los últimos años, la marcha en el marco del Día Internacional de la Mujer volvió a congregar una multitud en la plaza Independencia, aunque separada en dos gruesas movilizaciones, casi consecutivas.
Diversas agrupaciones, desde aquellas que se ubican más cercanas al Gobierno nacional hasta los partidos de izquierda y las organizaciones piqueteras, ingresaron al paseo en por 25 de Mayo, provenientes de la plaza Urquiza. Lo hicieron separadas, debido a que durante las jornadas de preparación no lograron acordar una línea homogénea.
Esto implicó, en los hechos, que aunque la sumatoria dio como resultado una multitudinaria jornada, esta se planteó dividida en dos partes. Primero hicieron su acto las organizaciones que no plantearon reclamos que afecten al Gobierno nacional directamente.
Luego, estas desmovilizaron, y dejaron el espacio para las fuerzas más críticas del albertokirchnerismo, que en sus discursos sí cargaron contra el actual Gobierno.
La igualdad de derechos, la exigencia de que las autoridades de los distintos el Estado hagan cesar los femicidios y las violaciones son los principales reclamos que se oyen en los cánticos y que se leen en las banderas que muestran militantes de diversas organizaciones políticas y sociales.
Los rostros de los seis jóvenes a quienes atraparon in fraganti mientras violaban a una mujer en el barrio de Palermo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires también fueron mostrados, a modo de escrache, y en el marco del reclamo por mayor seguridad para las mujeres.
Sumadas todas las agrupaciones marchantes fácilmente ocupaban entre siete y ocho cuadras.