“Apenas empezó a caer cierta cantidad de agua llegaron los llamados”, dijo Hernán Rodríguez Salazar, jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Yerba Buena. En la noche del sábado se desató una fuerte tormenta que afectó a varios vecinos de Yerba Buena. Muchos de ellos fueron asistidos por el cuartel de bomberos, pero también hubo quienes tuvieron que encontrar la manera de pelearles a la lluvia y a las inundaciones por sí solos: cubrían las entradas con chapas para que el agua no entre, subían electrodomésticos y muebles a ladrillos y hasta rompieron paredes para poder sacar el agua de sus casas.
“La Rinconada fue la zona más afectada. Hubo 19 personas evacuadas. Siete fueron llevadas a domicilios particulares; cuatro personas fueron refugiadas en el cuartel y ocho fueron llevadas a la escuela de Rinconada. En la escuela quedaron anoche (por el sábado) 32 personas”, detalló Rodríguez Salazar. Al mismo tiempo, se trabajó en otras emergencias de árboles, cortes y asistencia de personas en estado de shock por la situación.
LA GACETA visitó a los vecinos de la calle Sarmiento al 2.300, que, según informaron los bomberos, fue una de las calles más afectadas. “Esto se vive siempre, es una barbaridad. Siempre tenemos que estar preparados con las bolsas de arena (para tapar la entrada de agua). Anoche no sabía para dónde correr para que no entre agua”, dijo Julieta Erazú.
En la casa de Ana María Bolañes la situación fue incontrolable. “Tuvimos que romper las paredes para poder sacar el agua para el fondo, toda mi casa está rota”, contó. Al menos cuatro habitaciones del domicilio tienen rotas sus paredes en la parte inferior. Además, comentó que uno de sus hijos es parapléjico, por lo que sacarlo de la habitación no fue una opción. “Tuvimos que poner ladrillos debajo de su cama para que no le llegue el agua”, dijo Bolañes.
La noche de José Medina y su familia también fue complicada, ya que fue la primera vez que entra agua a su vivienda, luego de 20 años de habitar el lugar. Explicó que hay un canal cercano donde se deja basura, y que al taparse ese canal el agua se desborda a la calle Sarmiento.
En la misma cuadra vive Dora Romano, que aseguró: “Siempre que hay tormenta tenemos que estar atentos y esperando para poner una chapa y sacar el agua”. Incluso contó que sus hijos casi fueron llevados por la corriente mientras intentaban impedir que el agua entre a su casa.
Los vecinos aseguraron que los bomberos recorrieron la zona durante la noche, pero al estar colmados de solicitudes, no pudieron atender a todos. (Producción periodística: Bárbara Nieva).