“Algo haré por este jovencito”. Julio Ferreri (44), el profesor de una escuela secundaria que fue asaltado a punta de pistola por dos jóvenes, uno de ellos un ex alumno, se refirió a lo que le sucedió. El caso ocurrió hace una semana, al mediodía, en Lomas de Tafí. El docente, pese a todo lo que vivió, está dispuesto a ayudar al asaltante. “Me mandó un mensaje. Lo vi y me removió todo. Me conoce y sabe que no estoy enojado. Lo quiero ayudar”, añadió.
Ferreri volvía de trabajar cuando fue abordado por dos motochorros. Uno de ellos le apuntó con un arma de fuego. Le gatilló dos veces el arma que tenía apoyada en la cabeza. Las balas no salieron. Ferreri le entregó el celular y la moto en la que se movilizaba. Pero les pidió que no se llevaran la mochila porque tenía documentación que no era de él. A los segundos, se dio cuenta de que uno de los asaltantes había sido alumno suyo en la secundaria de Lomas de Tafí. “Soy tu profesor, por qué me hacés esto”, le dijo. Después los asaltantes escaparon.
- ¿Por qué quiere ayudarlo?
- Estos chicos necesitan oportunidades laborales y la contención de todos. No quiero victimizarme, sólo busco concientizar. Lo que pasó con este chico, del cual prefiero que no se conozca su identidad, me causó mucho dolor. Verlo de esa manera me partió el corazón. Hace 18 años que trabajo en Desarrollo Social y conozco la temática en zonas vulnerables.
- ¿Qué hará cuando lo vea?
- Busco que él pueda en algún momento tomar consciencia. Ellos son víctimas de un sistema que se viene moviendo mal.
- ¿En qué momento fue profesor de este joven?
- Hasta tercer año, luego dejó la escuela. Esto fue hace como cinco años.
- ¿Cómo era él como alumno?
- Era un chico tranquilo, tenía de vez en cuando sus cosas como todos los chicos. Me acordaba de su mirada. Es lo primero que reconocí cuando me gatilló y me pedía el celular. Fue tremendo para mí. Tanto él como el otro chico viven en zonas vulnerables. Por eso, los profesores estamos conteniéndolos tanto dentro como fuera de la institución.
- ¿Cómo se comprometen?
- Uno sabe cuándo el chico está triste, alegre, cuando tiene hambre. Son muchas cosas que uno va vivenciando. Muchos tienen padres que trabajan y no pasan tiempo con ellos, otros que viven de forma muy precaria. Son personas con muchas necesidades. Esta escuela tiene un formato diferente: hay una mirada sobre el acompañamiento de los jóvenes en todo sentido.
- ¿Cómo pudo reconocerlo?
- Generalmente nos acordamos de los buenos y de los malos. Van cambiando su físico, quizás a veces intentás reconocerlo y no es. En este caso tenía muy identificada su mirada, conmigo nunca fue irrespetuoso y era un buen chico. Apenas lo miré, supe que era él.
- ¿Qué sintió ese día del asalto?
- Pensé que me reconocería. No sentí miedo porque hace muchos años que me dedico a trabajar con estos chicos y esta problemática. Sé que estaban drogados y seguro que no era marihuana, quizá era algo más pesado lamentablemente. Al principio sentí mucha bronca porque me sacaban algo que es mío. Al rato me sentí muy mal por ver cómo estaban ellos y sobre todo este chico, mi alumno. Estuve seguro después que me había reconocido, y lo confirmé cuando me escribió el mensaje. Él fue uno de esos alumnos que siempre quise ayudar y me dio tristeza verlo así. Uno siempre quiere que ellos salgan de la escuela y estudien o trabajen. Hasta no teniendo trabajo la educación es lo importante, que ellos sepan comunicarse bien, tratar bien a los demás y ser una buena persona.
- ¿Tiene contacto con los padres de los alumnos?
- Siempre. Es fundamental trabajar en conjunto. Soy tutor ahora de quinto año y cuando se es preceptor de forma constante estoy hablando con los padres. Siempre se les dice que los manden a la escuela, no importa si no tienen dinero para la cooperadora o lo que sea. La escuela lo recibe y es lo importante, que el chico asista y se eduque. Uno conoce los orígenes de los chicos y el contexto en el que desenvuelven, para el que no tiene la posibilidad de terminar la escuela es difícil conseguir un empleo. Si a veces para alguien con título de ingeniero es complicado imagínese para ellos que a veces abandonan antes.
- ¿Qué piensa de la pandemia y los jóvenes?
- Considero que mató a los chicos. Muchos de estos jóvenes que viven en zonas vulnerables carecen de tecnología y varios se retrasaron. Lo que pudimos hacer es un programa de radio de una hora para que los alumnos de la escuela pudiesen tener sus tareas, al menos con eso pudimos brindarles información. Hay familias que tienen un teléfono para toda la familia, y no todos tienen una computadora. Realmente fue muy difícil.