05 Marzo 2022
Los apellidos Kasparov y Karpov suenan familiares hasta para quienes nunca tocaron un peón: son figuras míticas del ajedrez y sus partidas llevaron ese deporte a otro nivel. La rivalidad trascendió aquella disciplina y se proyecta a la política, donde Garry Kasparov se posicionó como un disidente y opositor a ultranza de Vladimir Putin y la élite que gobierna Rusia, núcleo de poder que integra Anatoli Karpov en su condición de diputado oficialista. Este miembro de la Duma (Cámara Baja de la Asamblea Federal rusa) es un defensor del jefe del Kremlin, y, por ese motivo, está expuesto a las sanciones y exclusiones que desencadenó la última invasión a Ucrania.
Kasparov arrebató a Karpov el título de campeón mundial de ajedrez el 9 de noviembre de 1985. Los registros indican que el militante anti-Putin se impuso más veces sobre el diputado de Rusia Unida, pero ambos firmaron más de un centenar de tablas. Sus partidos son hitos irrepetibles hasta el punto de que la Harvard Business Review calificó al duelo como “la rivalidad más enconada de la historia de los deportes en el siglo XX”.
Ya en la época en la que competían por darse jaque mate, Kasparov y Karpov expresaban diferentes modelos ideológicos y estilos. Mientras que el integrante de la Duma se presentaba como un soviético ortodoxo, un “representante del sistema” y un deportista frío y serio, el disidente abogaba en forma abierta y extrovertida a favor de la apertura del bloque socialista formado tras la Segunda Guerra Mundial. Karpov estaba ligado a la imagen icónica de la URSS mientras que Kasparov se situaba del lado de los rebeldes que bregaban por una transformación democrática: el primero había nacido en Rusia y el segundo, en uno de sus países satélites, Azerbaiyán.
Los adversarios siguieron los caminos trazados en la juventud. Karpov se abrazó a Putin y se sumó a Rusia Unida al tiempo que Kasparov combatió aquel orden: incluso intentó infructuosamente desalojarlo con la fuerza de las urnas mediante el partido Otra Rusia. Convertido en activista por los derechos humanos y desde su residencia en los Estados Unidos, Kasparov publicó “Winter is coming” en 2015, un libro reivindicado por su capacidad de pronosticar los movimientos que desembocaron en la guerra actual (ver por separado). Muchos años después de que ambos contendientes se retiraran de la mesa de juego, la invasión en marcha ha reactivado la pregunta sobre quién prevalecerá: si Karpov y la Rusia de Putin o si Kasparov y la Rusia de los que abominan la autocracia.
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