Especialistas en nutrición advirtieron sobre un incremento sostenido en la cantidad de personas con obesidad en Argentina, que se convirtió en el quinto país donde más se aumentó de peso en América Latina en los últimos años, por lo que instaron a avanzar en políticas públicas que aborden de manera integral esta enfermedad.
La recomendación se dio en el contexto del Día Mundial de la Obesidad, que se conmemoró ayer, y bajo el lema “Todos necesitamos actuar”. Distintas sociedades y fundaciones especializadas en nutrición llamaron a una mayor concientización de la sociedad, a promover alianzas público-privadas para fomentar la industria alimentaria saludable y al diseño de políticas públicas integrales para abordar la obesidad, señaló la agencia Télam.
Según la encuesta Ipsos, realizada durante 2021, “la Argentina ocupa el quinto lugar de los países donde más se aumentó de peso en América Latina; el 40% de los argentinos aumentó en promedio unos seis kilos”, durante el año pasado, indicó Paola Harwicz, integrante de la Fundación Cardiológica Argentina. En ese contexto, un estudio del Ministerio de Salud de la Nación indicó que seis de cada 10 adultos presentan exceso de peso.
“La pandemia fue un factor determinante en el aumento de peso”, aseguró la médica, ya que estuvo asociada, en muchos casos, a cambios en los hábitos de alimentación, al aumento del consumo de alcohol, a alteraciones en el sueño y a bajo nivel de actividad física.
Marianela Aguirre Ackermann, coordinadora del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), aseveró que la obesidad “es una enfermedad en sí misma y, a su vez, hay más de 200 enfermedades asociadas a ella”. Ambas especialistas coincidieron en el impacto negativo que tiene la obesidad en la salud de las personas, cuyas “expectativas de vida disminuyen por esta enfermedad”.
Por ello, Aguirre Ackermann instó a promover la “educación a la población general en cuanto a hábitos saludables y la actividad física”. Además, se resaltó la importancia de “solicitar ayuda especializada”, y que las personas que sufren la enfermedad puedan acceder a abordajes integrales y multidisciplinarios.
“La obesidad es crónica y multifactorial. No se tiene en cuenta únicamente el factor genético, hay que tener en cuenta factores sociales, culturales y emocionales que se relacionan con el tipo de conducta alimentaria que la persona tiene”, añadió Harwicz.
En este sentido, las especialistas explicaron que el problema de la obesidad “debería ser reformulado” ya que, pese a que las personas tienen “responsabilidad en su salud”, existen también factores ambientales que “explotan biológica, psicológica, social y económicamente la vulnerabilidad y promueven un consumo mayor de alimentos poco saludables”. “Por eso es importante abordarla con una estrategia integral que contemple diferentes políticas alimentarias para transformar el entorno obesogénico en el que vivimos en un entorno más saludable, en donde comer sano sea la opción más fácil”, expresó Victoria Tiscornia, investigadora de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) en Argentina. En ese sentido, celebró la Ley de Etiquetado Frontal, aprobada en 2021, ya que consideró que se trata de “un hito para la salud pública” que puede ser la “puerta de entrada hacia la implementación de un paquete de medidas integrales”.
Las médicas coincidieron en la necesidad de fomentar “una baja de impuestos en alimentos saludables” ya que “está demostrado en múltiples estudios que si se facilita el acceso a los alimentos saludables la comunidad tiende a incluirlos más”, indicó Ackermann.
“Necesitamos aumentar la sensibilidad en la comunidad para generar conciencia de la obesidad ya que nos involucra a todos como sociedad. Cada uno desde su lugar puede aportar para encontrar soluciones para un futuro más saludable”, expresó la experta. “Hay que desarrollar empatía, entender que es una enfermedad y no una cuestión de voluntad o una elección de la persona. No son culpables de tenerla, es una enfermedad que se estigmatiza mucho, incluso por las mismas personas que padecen obesidad”, afirmó.
Otras voces
A su vez, los médicos Cristian Lecussan y Miguel Braun remarcaron a Télam que “el tratamiento de esta enfermedad, en algunos casos, no se logra solo con alimentación; mucha gente no puede sostener un comportamiento saludable, controlar las porciones, son compulsivos frente a la emoción de un partido, picotean entre comidas en la oficina, por lo que necesitan un fármaco para sostener los cambios de vida y tratar la enfermedad”. Y destacaron que los únicos medicamentos aprobados en la Argentina son orlistat, liraglutida y naltreva, simpre bajo supervisión médica a personas mayores de 18 años con un índice de masa corporal mayor o igual a 30 (obesidad) o mayor o igual a 27 (sobrepeso), que presenten alguna enfermedad relacionada.
“El tratamiento farmacológico es un pilar más en la lucha de la obesidad, en paralelo con un plan de alimentación, actividad física y psicoterapia de la obesidad. Es importante aclarar que la pastilla ‘mágica’ no existe. Ningún fármaco en el mundo puede reemplazar el estilo de vida saludable, que es la base del tratamiento del sobrepeso y la obesidad, y que incluye movimiento, comida saludable y gestión de emociones y estrés”, agregaron.