El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó el ataque de Rusia a la planta nuclear de Zaporiyia, en Ucrania. “Esto demuestra la irresponsabilidad” de este conflicto, dijo.
“Esto solo demuestra la temeridad de esta guerra y la importancia de ponerle fin y de que Rusia retire todas sus tropas y se implique de buena fe en esfuerzos diplomáticos”, aseguró Stoltenberg junto al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, a su llegada a una reunión extraordinaria de ministros aliados de Exteriores.
Blinken también habló del tema en tono condenatorio, pero además se refirió a la posible entrada de la OTAN en la guerra de manera directa: “La nuestra es una alianza defensiva, no buscamos conflicto, pero si el conflicto viene a nosotros, estamos preparados para ello y defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN”, aseguró a su llegada a la reunión extraordinaria de ministros aliados de Exteriores.
Las fuerzas invasoras rusas ocuparon el territorio nuclear ucraniano de Zaporiyia durante la noche del jueves, según indicó la agencia de inspección de las plantas atómicas de Ucrania, que señaló que el personal garantizaba el funcionamiento de lugar.
“El territorio de la central nuclear de Zaporiyia está ocupado por las fuerzas armadas de la Federación Rusa. El personal operativo controla los bloques energéticos y garantiza su funcionamiento de acuerdo a las exigencias de los reglamentos técnicos y de seguridad”, afirmó el organismo estatal ucraniano.
Estas instalaciones sufrieron un feroz incendio durante las primeras horas del viernes que puso en alerta a la comunidad mundial ante una posible catástrofe radioactiva, pero luego los bomberos lograron contener las llamas y la situación se pudo controlar.
En tanto, el regulador nuclear ucraniano dijo este viernes que no se detectaron fugas radiactivas en la planta atómica: “No se han registrado cambios en la situación de la radiación”, indicó la agencia de inspección de Ucrania.