El economista y ex ministro de Hacienda de Mauricio Macri, Alfonso Prat-Gay (JxC), se encuentra recorriendo el país para escuchar qué tiene para decirle la sociedad a la dirigencia política. “Es un momento para escuchar más que para pedir el voto”, dijo. Llegó el miércoles a Tucumán para acompañar al intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, en la apertura de sesiones ordinarias y para recorrer Concepción junto al diputado Roberto Sánchez. Tiene previsto dirigirse luego a Catamarca, Santiago del Estero, Mendoza y Neuquén, aunque indicó que es prematuro hablar de candidaturas.
En su paso por la provincia, Prat-Gat visitó la LA GACETA. Dio su punto de vista sobre la gestión de Alberto Fernández, se refirió a las diferencias en la mesa local de Juntos por el Cambio (ver aparte) y analizó qué le puede esperar al país en materia inflacionaria y a partir del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
- El año pasado usted decía que había que acordar con el Fondo. ¿Cualquier arreglo es bueno?
- Cualquier arreglo es mejor que el default. Ahora, el tipo de arreglo es responsabilidad del Gobierno nacional. También la responsabilidad de en qué momento se llega a ese arreglo. Da la impresión de que estamos llegando con la lengua afuera. El 22 de marzo hay un vencimiento para el cual Argentina no tiene reservas. Creo que este es un Gobierno que nos ha robado el futuro. Vive, en el mejor de los casos, en el presente. Y casi todo el tiempo vive inventado un pasado que no existió. Eso se transmite al resto de la sociedad. Para empezar a ordenar toda la situación es mejor tener un acuerdo que no tenerlo. Ahora, el acuerdo es responsabilidad del Gobierno, porque el que gobierna es el Ejecutivo. La oposición tendrá sus reparos, pero el programa es del Ejecutivo, no es del Congreso. Lo que tiene que hacer el Congreso es aprobar la autorización para que el Poder Ejecutivo tome del Fondo los dólares que necesita para pagarle al Fondo. Me parece que hay que dar la discusión, plantear qué no nos gusta del programa, pero sin “petardear”. Hay que dejar que el Gobierno tenga un acuerdo con el Fondo y nosotros, como fuerza opositora, marcar los lugares en que creemos que eso no va a funcionar. Me cuesta pensar que el Fondo va a resolver un problema político y de gestión que el Gobierno no ha podido resolver hasta ahora. Pero siempre es mejor evitar el default que lanzarse sobre él, como piden algunos más extremistas del Frente de Todos.
- Ya hay indicadores macro complicados, ¿qué repercusiones puede haber?
- El acuerdo evita un desbarraque mayor, pero no resuelve la situación de origen. Es un Gobierno que, desde que asumió, fue tomando malas decisiones. Y las pudo tomar -y a esto hay que decirlo- gracias a que el Gobierno anterior le ordenó muchas cuentas. Le dejó la situación fiscal prácticamente en orden, a pesar de que cuando asumió Cambiemos había un déficit de cinco puntos del PBI: quedó prácticamente en cero. Empezó a ordenar la cuestión de las tarifas, que es uno de los temas que más se discute en estos momentos. Eso le permitió a este Gobierno no aumentar tarifas durante dos años y, obviamente, eso no puede durar para siempre. Dejó un colchón de reservas que este Gobierno se consumió. ¿Qué quiero decir? Cuando el kirchnerismo dice ‘ustedes tienen que hacerse cargo’ no está viendo la película bien. Primero porque nosotros, como gobierno, nos hicimos cargo del desastre que dejó Cristina Kirchner. Sin ese desastre no hubiera habido ni siquiera una discusión de recurrir al Fondo. Segundo porque dejamos las cuentas ordenadas para que ellos pudieran armar otro desastre. Esta es una responsabilidad de todos. Creo que la única salida posible es con políticas de Estado, con políticas de largo plazo.
- En lo económico hay dos cuestiones que preocupan a la sociedad: devaluación y inflación
- Yo diría que están conectados. El fenómeno es la pérdida de valor del peso, sea contra los bienes o contra el dólar. Y agregaría la inseguridad, que se ve a lo largo de todo el país (...). La inflación fue una de las cosas que dijo el Presidente en su discurso de apertura. Lo dijo en dos o tres oportunidades: que la cuestión económica que más le preocupa al Gobierno es la inflación. Ahora, en todo el discurso no ofreció ninguna estrategia para calmar ese flagelo que él dice entender que afecta a los argentinos. Entonces lo pone muy lejos de la sociedad. Es un Presidente que intenta empatizar diciendo que tenemos un fenómeno muy grave y después no ofrece una solución. Si no las ofrece el Presidente, ¿quién las va a ofrecer? El tema es que estamos analizando un discurso institucional cuando, en realidad, fue un discurso de café, porque le estaba hablando exclusivamente a Cristina Kirchner, en cada uno de los párrafos. Es muy difícil vivir en un país en donde el Presidente le tiene que dar explicaciones a la vice y usa la cadena nacional y un evento tan institucional como la apertura de sesiones del Congreso, con todos los legisladores ahí, para hablarle a la persona con la cual no tiene contacto.
- Dice que la Nación no tiene estrategias contra la inflación. ¿Cuáles podría implementar?
- Evidentemente no es un problema sencillo, porque llevamos muchos años en esta situación. Entonces, lo primero que hay que hacer es no subestimar la complejidad del problema. Es cierto que es un problema multicausal, como le gusta decir al Gobierno, pero eso no quiere decir que haya causas con prevalencias por sobre otras. Me parece que una de las más importantes es la confianza. El problema que tenemos con el círculo vicioso de la inflación es la confianza: como el argentino no cree en el signo monetario, no cree en el peso y no cree en lo que le dicen las autoridades, entonces busca una manera de protegerse. Y en esas maneras individuales de protección genera un fenómeno colectivo que es la indexación, que es como que todos vamos tratando de ganarle al otro en el ajuste de precios, de salarios y demás. El Gobierno lo único que ofreció en estos dos años como paliativo para esta falta de confianza es atrasar el tipo de cambio y atrasar las tarifas. Eso no resolvió el problema, simplemente lo postergó. Eso se está viendo con mucha claridad en las negociaciones con el FMI. El problema es que, cuando se sinceren esos precios, van a aumentar cosas que hasta ahora no venían aumentando, y se van a sumar al fenómeno inflacionario. Si a eso no le agregamos un programa creíble, todo indica que la inflación va a seguir subiendo, no va a bajar. Diría que todas las políticas de este Gobierno van en la dirección contraria, y nosotros estamos muy preocupados de que en 2023 la herencia que dejen sea incluso más complicada que la que dejaron en 2015.
Crisis en el oficialismo: "el kirchnerismo le da la espalda al Presidente; es fuerte y transmite confusión"
Prat-Gay calificó de inédito lo que ocurre con el oficialismo, con Máximo Kirchner cuestionando el programa de su Gobierno. “El kirchnerismo le esté dando la espalda al Presidente. Creo que eso es muy fuerte y transmite una confusión enorme a toda la sociedad. En pandemia y guerra, los que nos gobiernan no se ponen de acuerdo y están tironeándose y cascoteándose entre ellos”, reprochó.