Con el estallido de la guerra, miles de ucranianos no tuvieron opción que dejar sus casas y buscar un lugar donde estar a salvo. Polonia, en cuestión de horas, se convirtió en su refugio aunque la frontera está militarizada. A diario, los habitantes del país bombardeado por Rusia llegan incluso caminando en busca de un lugar donde quedarse. La mayoría son mujeres y niños porque los hombres tuvieron que alistarse para luchar. La situación es triste y los polacos ayudan a sus vecinos de diferentes maneras.
Desde Polonia, la bailarina Anna Mikula habló con LA GACETA y contó cómo vive su país la guerra, y cómo se organiza para darle hospedaje, comida y abrigo a los ucranianos. "La ayuda humanitaria está dándose de diferentes formas. Polonia tiene sus fronteras abiertas para que los ucranianos entren. Incluso hay muchas organizaciones voluntarias ucranianas que ayudan a sus compatriotas a cruzarlas fronteras con sus autos particulares. También se organizan para comprar medicamentos, comida, ropa y colchas porque aquí está haciendo mucho frío y la gente busca abrigo cuando llega. En todas las ciudades de Polonia hay un pick up point para dejar las donaciones", relató. "Muchos hombres llevan a su familia hasta la frontera y luego vuelven para unirse al Ejército. Eso es lo más triste", enfatizó.
La joven recalcó que está todo bien armado para dar asistencia. "Hay dos tipos de organizaciones. Las que ayudar a salir del territorio y las que ayudar a los hombres a volver a Ucrania a luchar por su país", explicó. "Se estima que un millón de ucranianos van a cruzar a Polonia y hasta ahora lo hizo cerca de medio millón".
Anna vive en Holanda, donde trabaja para una compañía de danza, pero estaba en Polonia cuando comenzaron los bombardeos de Rusia a Ucrania. "Vivimos esta situación con mucho miedo pero con mi familia estamos ayudando lo más que podemos. La gente siente que se le movieron los cimientos. Aquí, en Polonia, la vivimos con mucho miedo y con mucha intensidad porque estamos muy cerca de la frontera donde hay un gran despliegue militar. Las ciudades son pequeñas, por lo que no estaban acostumbradas a ni siquiera ver pasar un avión, y ahora todo esto da miedo", finalizó.