“¡Sí!”. El grito resonó cuando las docentes preguntaron si estaban listos para el regreso a clases. Durante el izamiento de la bandera en la Escuela 9 de Julio, sonaba Aurora al unísono con el canto de todos los niños presentes, tal como cuando vivíamos “en normalidad” Aunque esta vez, un pedazo de tela cubría sus narices y bocas. El inicio de clases trajo muchas expectativas, tanto de padres como docentes, pero sobre todo de los alumnos que el día de ayer vivieron su primer día de clases con un entusiasmo que hacía mucho no tenían.
Marzo empezó con más expectativas que miedos. LA GACETA realizó un recorrido por distintos establecimientos educativos de la capital a la hora del ingreso a los cursos y en cada escuela se respiraba el mismo aire de deseo de aprendizaje y encuentros. “Miedo no, ya pasó. Expectativas sí tenemos muchas. Espero que este año continúen viniendo todos los días para que logren aprender”, comentó María Hansen, mamá que aguardaba el ingreso de su niña a la Escuela Bernardino Rivadavia.
En términos académicos, 2020 fue un año olvidable y 2021 se trató de un período de adaptación. Esta vez, el inicio del ciclo lectivo 2022 ofrece un panorama amplio de proyectos y metas. “Estábamos esperando este año con muchas ansias, nos convoca a seguir trabajando de manera más profunda. Al papá se le explican los proyectos, se lo involucra y a partir de eso se trabaja”, aseguró la directora de la Escuela 9 de Julio, Patricia Ruiz.
Recuperar el aprendizaje
Ruiz aseguró que en el establecimiento cada grado trabaja con distintos niveles según la dificultad de cada niño y que hubo un importante cambio en los métodos de enseñanza. Valeria Ponce, mamá de una nena de quinto grado, comentó: “en la pandemia fue sumamente difícil, así que está feliz de volver. Ellos necesitan el contacto, relacionarse, aprender más allá de lo académico cosas que solo se aprenden en la escuela”
Por otro lado, Luz Beltrán comentó la situación de Joaquín, un niño con autismo. La mujer trabajó como acompañante terapéutica del niño durante todo el proceso. “Empezamos lento ya que al principio era complicado integrarlo. Cuando empezó a venir el año pasado se fue adaptando mejor. La expectativa es que ahora tenga una rutina y sea más fácil para él”, contó.
Barbijo, pero a veces
La pandemia no terminó y el uso de herramientas sanitarias sigue siendo requisito dentro de las aulas de la Escuela 9 de julio: barbijo puesto durante el horario escolar, alcohol al ingresar, dividirse por sectores para jugar en los recreos. Sin embargo, los infantes son inquietos y para algunos es difícil mantener sus rostros cubiertos con mascarillas.
Una situación diferente es la que se vive en los colegios secundarios, donde Leticia, alumna de cuarto año de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Juan Bautista Alberdi, aseguró que su establecimiento controla estrictamente que los protocolos se cumplan. “Nos piden que mantengamos distancia, que no nos saquemos el barbijo y los que lo pueden mantener en los recreos lo hacen”, dijo la adolescente.
Así, los establecimientos educativos continúan adaptándose a la nueva normalidad, trabajando a prueba y error para la seguridad y la salud de todos. En un año que vuelve a despertar expectativas. (Producción periodística: Bárbara Nieva).
“Un día de alegría”: Jaldo y Lichtmajer estuvieron en alderetes
El gobernador Osvaldo Jaldo, y el ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, encabezaron el inicio del ciclo lectivo 2022 del nivel primario en la Escuela N°110 Gobernador Celedonio Gutiérrez, de Alderetes, en la vuelta a la presencialidad plena en los establecimientos escolares.
El ministro sintetizó que hay tres palabras que definen el ciclo lectivo: planificación, preparación e inversión. Además, mencionó el Plan Integral de Reparación de Establecimientos escolares que fue anunciado en octubre de 2021 para la reparación de 1.326 escuelas. Asimismo, agregó que “es importante recalcar el retorno del plan Conectar Igualdad, la llegada de los libros a las escuelas y las becas Progresar para más de 52.000 tucumanos”.