Automovilismo: “Lalo”, un fuera de serie

Automovilismo: “Lalo”, un fuera de serie

Eduardo Formoso fue uno de los grandes exponentes del automovilismo tucumano.

LA MÁQUINA ESTÁ AFINADA. Un joven “Lalo” junto a su Peugeot 504 con motor nuevo, listo para correr en el autódromo Martín Miguel de Güemes, en Salta.  LA MÁQUINA ESTÁ AFINADA. Un joven “Lalo” junto a su Peugeot 504 con motor nuevo, listo para correr en el autódromo Martín Miguel de Güemes, en Salta.
03 Marzo 2022

Entre los nombres más reconocibles que tuvo el automovilismo tucumano, se encuentra sin dudas el de Eduardo Oscar Formoso. “Lalo”, para los amigos y para cualquiera que gustara de los motores en el NOA. Muchos iban más allá y le decían “Tío Lalo”, porque era muy querible y paternal. Otros lo recuerdan más por su condición de hombre recto y frontal, pero a la vez carismático. Y están los que tuvieron el privilegio de correr con y contra él, y que lo evocan como un gran rival, siempre muy limpio para competir.

El lunes por la mañana, muchos se enteraron de su fallecimiento a los 77 años por un mensaje de Whatsapp transmitido por su familia. La noticia generó pesar en el ambiente motor, donde era muy querido y respetado. “Como persona, excelente. Hasta el día de hoy nos manteníamos. Y como piloto, un tipo muy inteligente y muy limpio. Un fuera de serie”, lo definió Miguel Jorge, junto a quien “Lalo” y otros más fundaron en el 85 la categoría Monomarca Dodge 1500. En ella, Formoso corrió durante varios años coincidiendo con Miguel Jorge. Si bien este era cinco años mayor, “Lalo” tenía más experiencia: sus inicios en el automovilismo habían sido a fines de los 60, junto a sus amigos “Poroto” Bravo y “Lelo” Alonso. Su primera la hizo en Concepción, y pasó por varias categorías y marcas (Fiat, Citroen, Renaul), aunque con ninguna tuvo un vínculo tan fuerte como con Peugeot, con la que corrió Turismo Nacional. Quien le preparaba los motores era su hermano, el odontólogo Hugo Formoso.

Eduardo Namur tuvo oportunidad de competir varias veces con “Lalo” y también guarda un muy grato recuerdo. “Cuando yo empecé a correr, él era uno de los grandes nombres que había, entre varios otros como “Cacho” Chico, “Pirincho” Parra y Pablo Bazano.

Cuenta Miguel Jorge que, cuando se enteró de la muerte de “Lalo”, no dudó en dejar su estación de servicio en Pozo Hondo y venirse bajo la lluvia para estar en el último adiós: “cómo no iba a estar. Estaba todo el ambiente automovilístico de esa época”.

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