“Es el mejor acuerdo que el Gobierno de la Argentina podía conseguir”, sostuvo Alberto Fernández, confirmando así lo que desde muy temprano se rumoreaba en los despachos oficiales: el arreglo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) está listo y sólo quedan formalidades de la redacción para darlo a conocer. El Presidente hizo el anuncio en el Congreso, ante la Asamblea Legislativa, y pidió a los parlamentarios que lo acompañen con su voto cuando el proyecto llegue al recinto para su aprobación.
“Se trata de un acuerdo sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa”, sostuvo Fernández. La negociación técnica había avanzado hasta bien entrada la madrugada de ayer, con un último contacto entre el ministro de Economía Martín Guzmán y Julie Kozack, jefa de la mesa de funcionarios técnicos del FMI. Juntos definieron los trazos gruesos del programa.
En detalle
Según consignó Infobae, cuatro son los ejes que sustentan este acuerdo:
1) Duración: el programa será un extended fund facility (EFF) que tiene una duración de dos años y medio. Durante ese primer período el FMI “cubrirá” los vencimientos establecidos en el stand by firmado en 2018 por el Gobierno de Mauricio Macri. En 2026 comenzará a correr el plazo para que el país devuelva el monto, hasta completar los desembolsos en 2034.
2) Metas fiscales: la reducción de ese déficit es punto clave. Para este año se prevé un 2,5%; en 2023 del 1,9%; y en 2024 del 0,9%; para llegar al déficit cero en 2025.
3) Emisión monetaria: habrá una reducción gradual de la asistencia del Banco Central al Tesoro. Mientras en 2021 fue del 3,7% del PBI; en 2022 se apunta a que sea del 1%,; en 2023 0,6%; y en 2024 que se aproxime a cero. No hubo detalles sobre si esa reducción incluirá adelantos transitorios y giros de utilidades en conjunto o solo uno de ellos. “Esto no implicará que deje de haber asistencia del BCRA a Economía, sino que dejará de ser sistemática”, había anticipado Guzmán durante la conferencia de prensa que brindó el 28 de enero.
4) Acumulación de reservas: el objetivo este año será sumar reservas internacionales por unos 5.000 millones de dólares. El FMI haría aportes a lo largo del año.
“El nuevo acuerdo no acumulará nueva deuda a la ya tomada por el Gobierno anterior. Es una refinanciación de aquel préstamo que nos permite no usar en estos años recursos nacionales para pagar los compromisos. Se usará dinero del propio FMI que empezará a pagarse dentro de cuatro años y medio -detalló el Presidente-. Me hubiera gustado que el Gobierno anterior no hubiera recurrido en 2018 al FMI y mucho menos en condiciones impagables”.
Otro de los temas en debate es el de las tarifas. “En Argentina se acabaron los tarifazos -prometió Fernández durante el discurso-. Vamos a segmentar los subsidios para lograr niveles de tarifas razonables, con justicia y equidad distributiva para los servicios públicos de gas y electricidad. Por eso, en principio, apuntamos a que el 10% de mayor capacidad económica deje de ser beneficiario de subsidios”, remarcó. Nada especificó el Presidente sobre los aumentos, que según analistas rondarán el 20%, pero por debajo de la línea de la inflación. Fue uno de los aspectos que más se discutieron con el FMI.
El Presidente habló también del fenómeno inflacionario, indomable para su Gobierno hasta aquí, al que, tras aceptar que es el principal problema que afronta, calificó de multicausal. “La Argentina necesita ordenar su política monetaria y fiscal. “Vamos a reducir la inflación año tras año, de modo sostenido”, indicó, aunque sin aclarar cómo.
Más de la economía
“Quiero ser claro: no habrá una reforma laboral”, remarcó Fernández, atajando así las versiones que hablaban de un condicionamiento del FMI en ese sentido. “Los derechos de los que trabajan no pueden ser alterados en su perjuicio. La justicia social jamás puede ser objeto de una negociación”, enfatizó.
“Nunca defendimos los ajustes. Trabajo para una Argentina grande, con crecimiento y empleo, sin exclusiones y con ampliación de derechos”, remarcó en el mensaje para asegurar el apoyo de los propios, mientras que a la oposición le recordó: “nadie consultó al Congreso Nacional para tomar esta enorme deuda. En cambio, nosotros elevaremos los documentos que constituyan el Acuerdo al Congreso de la Nación con la totalidad de los detalles”.
Entre hoy y mañana el borrador del acuerdo quedará limpio y corregido, listo para su tratamiento en el seno del Poder Legislativo. Fernández pretende que oxigene su gestión y sirva para brindarle previsibilidad a un año teñido por varios nubarrones económicos y financieros.