Franco Sbuttoni, Jonathan Cabral, Ignacio Canuto, Marcelo Ortiz, Andrés Lamas, Rodrigo Mieres, Javier Malagueño y Enrique Meza Britez son algunos de los centrales que pasaron por Atlético en los últimos años. A ellos se les debería sumar a los chicos de las inferiores como Mauro Osores, Camilo Albornoz y Nicolás Romero. Todos ellos, compartieron o comparten vestuarios con Bruno Bianchi. Estos últimos, por una cuestión etaria y porque se afianzaron en el último año cuando Bianchi defendía los colores de Colón, no jugaron con el defensor central que tanto pidió Juan Manuel Azconzábal en este mercado de pases.
Tanta insistencia de “Vasco” tiene un motivo. Da la sensación que Bianchi siempre hizo mejores a sus compañeros o los potenció. En algún momento de la gran cantidad de partidos que el central jugó con la camiseta de Atlético se complementó bien con varios de ellos. A veces por urgencias, otras por que no había más opciones, lo cierto es que Bruno siempre que jugó cumplió. Es muy difícil recordar algún partido en el que el central no haya aprobado. No siempre se sacó notas sobresalientes, pero casi siempre cumplió.
En este mercado de pases, cuando por fin se cerró la vuelta del marcador central, faltaban pocas horas para el debut ante Sarmiento. El ahora número “6” llegó un lunes y Atlético jugaba el jueves, tal vez si se concretaba el regreso un par de horas antes, Bianchi jugaba de titular, porque además, el central hizo toda la pretemporada en Colón y llegó 10 puntos desde lo físico. Por eso, no sorprendió que en la segunda fecha haya sido titular.
“Tenemos orden, pero evidentemente sólo con eso no alcanza”, dijo Azconzábal, y ese orden está íntimamente relacionado con la llegada del defensor, porque esa zona de la cancha era donde peor la venía pasando el equipo.
Ahora Atlético defiende distinto, mejor. El ex Newell’s y Colón lleva la voz de mando en el fondo. Frente a Platense y Unión jugó al lado de Ortiz y el rendimiento del ex Boca Unidos mejoró considerablemente, un síntoma que los defensores suelen mostrar cuando tienen a Bianchi al lado.
“Con Bruno estamos sumando minutos, tenemos cierto conocimiento, pero nos vamos afianzando partido a partido, porque en la etapa pasada el jugaba de central y yo de lateral”, explicó Ortiz, que mañana volverá a jugar con su nuevo compañero.
Para llegar a ese objetivo, de mejorar a sus compañeros, no hay formulas mágicas ni mucho menos: el juego del central es práctico. Se fundamenta en la buena ubicación en el campo de juego y en la simpleza en su juego. Cuando se puede jugar intenta hacerlo, cuando no se puede no se pone colorado para reventarla. Además tiene muy buen juego aéreo, cuestiones que parecen básicas y que terminan favoreciendo a sus compañeros porque generan confianza.
En los lapsos en los que no estuvo Bianchi, al “Decano” le costó muchísimo encontrar regularidad en sus marcadores centrales. Ni Dylan Gissi ni Guillermo Ortiz se pudieron afianzar al lado de Cabral que pasaba un gran momento. Mucho tiene que ver con esa confianza que se mencionó más arriba. En ese sentido, cobra mayor relevancia lo que marca Ortiz cuando dice que “hay que afianzar el cero en el arco y después ver de convertir lo que generamos”.
Mañana Bianchi jugará su partido 198 con la camiseta de Atlético, con 33 años recién cumplidos. Esta vez parece que además de mostrar un buen rendimiento en la cancha, necesita seguir mejorando a sus compañeros. Para el bien del “Decano”.
Lo que probó ayer
Marchiori; Campos, Bianchi, Ortiz y Doldán Aquino; Carrera, Acosta, Gil Romero e Isnaldo; Andrada y Lotti sería el equipo para enfrentar mañana a Patronato.