Se abre un mundo gigante para los niños que comienzan el jardín de infantes. Pasan del hogar seguro a un espacio desconocido y nuevo. El primer día puede generar un sinfín de emociones y sensaciones. Como padres podemos ayudar a nuestros pequeños, acompañarlos y hacer de este día un gran recuerdo.
Para ello, es importante generar momentos de diálogo y comunicación con nuestros hijos. “Hay que comentarles de qué se trata el proceso, contarles las actividades que harán dentro de la escuela y sobre todo siempre ser sinceros en relación a que será un proceso largo que llevará el resto del año. También decirles que la escuela es un espacio para socializar , establecer nuevos vínculos tanto con los docentes como sus compañeros; que harán nuevos amigos con los cuales compartirán momentos en los que podrá divertirse, jugar y al mismo tiempo que tendrá la posibilidad de aprender tanto de las experiencias compartidas con sus compañeros como de los contenidos que le brindan los docentes día a día”, dice María Carla Zingale, psicopedagoga y estimuladora temprana.
Los niños tienen el derecho de saber y conocer. “Hay que mostrarles el jardín con fotos o videos, contarles cómo se llama la señorita y por qué tendrá que ir y no quedarse en casa. Además de acompañarlos al período de ‘adaptación’, hay que estar presentes y conectados con la actividad y mostrarles entusiasmo y felicidad por el lugar que están eligiendo. La clave es que participen de la elección de materiales: compren juntos la mochila y las zapatillas; dar opciones al momento de elegir, si el uniforme pide zapatillas rojas que elija entre dos modelos, entre dos mochilas, lo mismo para el resto de elementos (taza, toallita, jabonera, etcétera)”, cuenta Eugenia Oviedo, psicopedagoga y acompañante terapéutica.
Preparación
Zingale nos aconseja que, un tiempo antes del inicio de clases, debemos comenzar con la rutina en relación a horarios y actividades que deberá cumplir el niño en el jardín. Además se debe respetar en la medida de lo posible el momento de las comidas y ser claros en relación a las tareas que realizará en clases y en la preparación de sus elementos a la hora del desayuno o merienda en la escuela.
Por lo tanto, aconseja que durante el períodos de vacaciones los niños puedan:
- Lograr independencia en relación a los hábitos de higiene, como por ejemplo el lavado de manos o el uso de alcohol en gel, más aún en esta época en donde debemos extremar los cuidados debido a la pandemia.
- Practicar sacarse y colocarse su abrigo.
- Ir al baño e higienizarse solo.
- Aprender a preparar los elementos que llevará dentro de su mochila, que tenga su nombre para que el reconocimiento de los mismos sea más rápido.
- Fomentar el respeto a su maestra, quien será una figura de autoridad dentro de la institución educativa con palabras claras y sencillas
- Que sepan la importancia que tiene el hecho de ayudar a sus compañeros en determinadas situaciones o que siempre esté dispuesto a compartir sus materiales o lo que precise su par.
- Para los niños que les cuesta ingresar a clases, una buena idea es crear un ritual entre madre e hijo para ese momento, como por ejemplo un saludo especial de choque de puños.
- Relatar nuestra propia experiencia escolar, comentando anécdotas divertidas acompañándolos con un tono de voz que denote alegría y entusiasmo.
Acompañar con alegría
Puede resultar muy difícil el momento de estar en la puerta del jardín y atravesar la situación del despegue. Como padres, debemos recordar acompañar con nuestra mejor predisposición y transmitirles alegría.
“En el ingreso al jardín o al bajar del auto, si ya camina solo, no es necesario darle la mano (eso hace más difícil el despegue). Prueben caminar juntos, y que vaya más adelante. Se puede ir cantando alguna canción que usen en el jardín. Decirle a qué hora lo van a retirar, (para eso debemos conocer los horarios de las clases). Es importante siempre despedirnos, y darles tranquilidad”, detalla Oviedo. Además nos advierte que es común que lloren los primeros días, y como adultos no debemos enojarnos ni retarlos ante estas actitudes. Por eso es importante ir con tiempo al jardín.
“Lo vital es nunca perder la alegría y el entusiasmo a la hora de transmitirle lo que será el inicio de clases, eso le brindará más confianza y seguridad a nuestros pequeños”, expresa Zingale. También se debe comprender que cada niño tiene su tiempo de adaptación y de separación de sus padres para iniciar su ciclo escolar.
Para terminar, si la despedida fue una maravilla, la bienvenida debe ser igual. Los padres deben recibirlo con abrazos y besos. Además, deben preguntarle sobre su día en el jardín.
La rutina
Consejos y recomendaciones
Una rutina armoniosa es esencial para comenzar el jardín de infantes. Es necesario despertarse con tiempo, y es relevante hacer partícipes a los chicos en la preparación del desayuno, en dejar lista la mochila la noche anterior y en irse a dormir temprano, porque que tengan un buen descanso es fundamental y genera un impacto positivo en todos los miembros de la familia. No hay que conectar a los chicos a las pantallas antes de ir al jardín, ya que está comprobado que generan ansiedad y altos niveles de estrés que son difíciles de procesar para ellos. Debemos estar atentas a las reacciones en los días previos: si siente miedo, ansiedad, entusiasmo, hay que tratar de calmarlos. Siempre es muy importante darles el lugar para que se expresen y manifiesten sus temores.
(Producción periodística: Gianna Camarda)