“El limón halla su fortaleza en la industrialización”

La comercialización del limón se caracteriza por los extremos: de un período favorable, con precios más que atractivos puede caer, en pocas semanas, a un mercado saturado y con precios por el piso. La razón radica en su demanda inelástica.

Así, una pequeña sobreoferta provoca un desmoronamiento de los precios, mientras que una falta de limón empuja los precios a niveles muy elevados. “Durante los últimos 20 años los precios promedio pagados en Rotterdam ($ FOT) fluctuaron entre los € 8 y los € 30 por caja. Los precios pagados en Tucumán por el limón industria fluctuaron entre los U$S 80 y los U$S 350 por tonelada”, contó Betina Ernst, de Topinfo.

Añadió que durante la última década en el mundo se dio un boom del limón, con una creciente demanda, por el fresco y sus subproductos. “Eso entusiasmó a los productores, que expandieron la superficie plantada. Países como Sudáfrica, Turquía y España aumentaron en pocos años de un 20% a un 40% su producción”, precisó.

Ernst dijo que la abundante cosecha del 2021/22 no halló suficiente salida, por lo cual los precios cayeron a niveles mínimos y por ahora no lograron recuperarse. “También Tucumán ya sufrió varios vaivenes en su historia. Pero el limón también sorprende; una merma productiva, un crecimiento de la demanda inesperado u otro factor pueden torcer rápidamente las perspectivas planteadas”, indicó.

Los últimos años no resultaron fáciles para la industria del limón en Tucumán. La provincia posee condiciones excepcionales para su cultivo, pero no está exenta de adversidades climáticas: heladas y sequías afectaron la producción de 2020 y del año pasado: “la próxima campaña está nuevamente signada por la escasez de agua y por los fuertes calores que se dieron durante la primavera y al inicio del verano. Pero en las últimas semanas empezó a llover, lo que podría revertir parcialmente la merma”.

Recordó que en 2020 se complicó, además, la situación fitosanitaria. La humedad y las altas temperaturas de Tucumán favorecen a muchas plagas y enfermedades, las cuales son controladas hace muchos años gracias a un estricto plan de cuidados y a aplicaciones fitosanitarias. “Pero, en 2020, las condiciones climáticas excepcionales determinaron que la ‘Mancha Negra’ se les escapara de las manos. Ese año la Unión Europea cerró temporalmente el mercado a los cítricos argentinos, para reabrirlo en mayo del año pasado, previa firma de protocolos fitosanitarios muy exigentes”, sintetizó.

Añadió que Europa siempre fue el destino principal de los limones argentinos. Pero que en los últimos años se redujeron los volúmenes enviados ante un mayor control cualitativo y ante la creciente competencia por parte de España y Sudáfrica. Como alternativa al mercado europeo, surgió Estados Unidos: hace cuatro años que Argentina puede enviar limones a ese mercado. “En las tres primeras campañas se avanzó en forma pausada, con el objetivo de adquirir experiencia y de afianzar los lazos comerciales. Pero el año pasado las condiciones en EEUU eran muy favorables, a lo que se sumó las complicaciones en Europa. Esto llevó a un fuerte vuelco hacia este mercado”, dijo. Precisó que ese año se exportaron 73.000 toneladas, con lo cual EEUU pasó a ser el segundo comprador de limones argentinos, con la adquisición de un tercio del total exportado. Agregó que también creció China, mercado que se abrió hace dos años.

La exportación de limón en fresco es una parte del negocio de Tucumán: la industrialización sigue siendo el principal destino y el gran motor que impulsa al sector. “Al año se procesan entre 0,9 y 1,4 millón de toneladas, el 70% de la producción tucumana. En limón industria, Argentina sigue siendo líder absoluto. Esta enorme producción le da sostén al sector y explica su fortaleza”, dijo.