Las lluvias impiden los trabajos de reparación de caminos destruidos por las crecientes que se desplazaron por los accesos a Alto El Puesto y el Sacrificio (La Cocha). Son más de 500 las personas que permanecen aisladas en estos parajes desde el lunes pasado. “En estos días llueve bastante y no podemos salir a comprar mercaderías ni hacer diligencias. Las carreteras están destruidas y en algunos tramos convertidas en un río. Solo es posible movilizarse en vehículos pesados”, contó Andrea Medina, vecina de Alto El Puesto.
En esta comunidad, agregó, hay varias casas que quedaron con el riesgo de terminar tragadas por el enorme socavón provocado por las correntadas que bajan desde los cerros. “Las crecientes van ensanchando de a poco el pozo y ya devoró la antigua escuela 295 y unas cuatro casas de pobladores. Ahora hay otras tantas amenazadas por el avance de la grieta. También el nuevo edificio escolar está en riesgo” sostuvo. Medina advirtió que de continuar las lluvias y la falta de arreglos de los caminos resultará imposible iniciar el ciclo lectivo en la 295 y en la escuela Isaías Nougués.
Alto El Puesto tiene dos caminos de acceso: uno que nace en la ruta 308 en Graneros y otro en la nacional 38 en La Invernada. Ambos quedaron dañados por las crecientes. Carlos Castro, comisionado comunal de La Invernada, dijo que mientras persista la situación las maquinarias de Vialidad no podrán avanzar en la reparación y apertura de los accesos.
Los productores de tabaco viven una situación preocupante. “El pésimo estado de los caminos está impidiendo la salida de la producción. Son varios los productores que están sufriendo este problema, que puede desencadenar la pérdida de las plantas”, dijo el vecino Fidel Fernández. “El Gobierno dice que no hay piso para realizar los arreglos de las carreteras. La cuestión es que aquí los tabacaleros están desesperados porque tienen que llevar su producción a las acopiadoras”, apuntó.
Fernández insistió en que los problemas de inundación que arrastra la zona desde hace varios años son por la falta de previsión de los responsables de las obras públicas. “Se intentó hacer trabajos de contención del socavón, pero los que se hicieron terminaron destruidos por una creciente que no fue muy importante. Lo que pasó es que los realizaron mal”, enfatizó.