Satisfacción y tranquilidad son dos sensaciones que se perciben en la voz de Osvaldo Jaldo cuando analiza el impacto que tuvo la implementación del pase sanitario en Tucumán. Satisfacción por los resultados, ya que desde el 1 de diciembre, cuando entró en vigencia el decreto de necesidad y urgencia (DNU), se aplicaron más de 700.000 vacunas contra el coronavirus (3,1 millones desde el inicio de la campaña). Y tranquilidad porque en las últimas semanas disminuyeron los niveles de positividad de covid-19, se redujo la internación en camas críticas y el escenario sanitario es el propicio para un inicio de clases 100% presencial. “Creo que ha sido una de las medidas más importantes que se han tomado en materia de salud”, sostiene.
El gobernador interino anunció ayer que el pase sanitario dejará de ser obligatorio a partir del 1 de marzo, dado que no prorrogará su vigencia, al tiempo que remarcó que desde entonces también dejará de haber restricciones de aforo para partidos de fútbol, fiestas, carnavales y otros eventos masivos. “Han sido medidas duras que han dado resultados; no quiere decir que se terminó la pandemia ni el covid-19. Quiere decir que el estado sanitario que tenemos nos está permitiendo levantar las restricciones”, advierte en diálogo con LA GACETA.
A la hora de hacer un balance, Jaldo sostiene que las estadísticas avalan el éxito del pase sanitario. Apoyado en indicadores del Siprosa, señala que en los casi 90 días que lleva de vigencia la medida el 84% de la población cerró su esquema de vacunación y un 92% tiene una dosis. “Estadísticamente el pase sanitario es una de las medidas más acertadas. Fuimos la primera medida en tomar esta determinación y decimos con orgullo que nos fue bien”, expresa.
De acuerdo con datos brindados por el Ministerio de Salud ayer se confirmaron 174 nuevos casos de covid y cinco fallecimientos. Según la cartera que conduce Luis Medina Ruiz, actualmente hay unas 90 personas en camas críticas y 41 con respirador, en tanto que a inicios de febrero esos números eran casi tres veces más. En tanto que la positividad de los testeos, que llegó a estar por encima del 60%; hoy está por debajo del 10%.
Ante este escenario favorable, Jaldo aclara que se continuará monitoreando la situación epidemiológica para evaluar a futuro si se toma alguna otra determinación. “Mientras la situación sanitaria se mantenga, vamos a seguir con lo anunciado. A futuro iremos evaluando”, advierte.
El mandatario reconoce que el decreto generó incomodidades, enojos y rechazos, pero insiste con que esas medidas duras han dado resultado. Por ese motivo es que agradece a las actividades económicas que mayoritariamente cumplieron con lo planteado en el decreto, a la dirigencia de Atlético y de San Martín que hicieron respetar el aforo de 300 hinchas en sus partidos de local y a la población en general que hizo un esfuerzo y completó su esquema de vacunación.
¿Hubo costo político?
Desde el inicio, gran parte de la oposición rechazó que el Poder Ejecutivo dispusiera la obligatoriedad del pase sanitario por decreto. Durante el debate legislativo del instrumento, Fuerza Republicana y algunos sectores de Juntos por el Cambio votaron en contra de la medida por sus formas (sostuvieron que era inconstitucional), no por sus fines. El rechazo creció de la mano de planteos realizados por el Colegio de Abogados, sectores económicos y del espectáculo, y recientemente por críticas de los hinchas “santos” y “decanos”.
Consultado respecto al costo político que puede haber tenido la determinación, Jaldo ponderó los resultados sanitarios por encima de todo. “Con la salud y la vida de los tucumanos no hay que especular. Si una medida es buena para la salud, quienes tenemos responsabilidad institucional la tomamos, sin especular. Lejos de tener un costo político, creo que la gente lo está valorando mucho. Para cuidar la salud de los tucumanos no hemos especulado políticamente. No nos tembló el pulso y hemos tomado la medida”, desarrolla mirando hacia atrás.
Sí reconoce el gobernador interino que no ha sido fácil sostener el pase sanitario e incorporar un aforo máximo de 300 personas, por lo que tuvieron que dialogar y buscar apoyo de quienes realizan eventos multitudinarios con el compromiso de levantar la medida el 1 de marzo. “Lo hemos cumplido”, insiste.
A una semana de la apertura de las sesiones ordinarias (ver aparte), la cual coincidirá con el fin de las restricciones sanitarias, Jaldo sostiene que no habrá ningún tipo de manifestaciones partidarias en las puertas de la Legislatura. “El 1 de marzo la movilización es cero. Seguimos dando el ejemplo, no hay movilización de ningún tipo ni características. Voy a ir solo, sin ningún tipo de movilización”, promete.