Se inundaron 10 familias en el sur de la provincia por una reja que tapó el desagüe

Se inundaron 10 familias en el sur de la provincia por una reja que tapó el desagüe

Un vecino de Concepción colocó una reja para evitar que entren ladrones, pero provocó que la acumulación de basura tape la salida del agua.

LLUVIA EN CONCEPCIÓN. Un hombre se traslada en bicicleta en medio de una calle tapada por el agua en el sur de la provincia. La Gaceta / Fotos de Rodolfo Casen LLUVIA EN CONCEPCIÓN. Un hombre se traslada en bicicleta en medio de una calle tapada por el agua en el sur de la provincia. La Gaceta / Fotos de Rodolfo Casen

Una torrencial lluvia generó el sábado último múltiples problemas en Concepción. Las consecuencias más graves la sufrieron unas 10 familias del pasaje Juangorena, las cuales acusaron el anegamiento de sus viviendas a causa del desborde de una acequia que atraviesa la zona. Perdieron ropas, muebles y electrodomésticos, entre otros bienes.

El aguacero se desató alrededor de las 20 y en menos de una hora alcanzó un registro pluviométrico de 60 milímetros. Trabajadores del municipio descubrieron que el problema que afectó a los habitantes del paraje se suscitó por una reja que un vecino colocó atravesada en un tramo del canal que pasa por su casa. Lo hizo, según argumentó ante las autoridades municipales, para evitar que por el acueducto ingresaran ladrones. Lo cierto es que la valla en poco tiempo se congestionó con basuras y provocó el desborde de las aguas hacia las casas de todos pobladores de la zona.

“Aunque la gente damnificada, de humildes condiciones, no fueron evacuadas, debieron ser asistidas con colchones y alimentos. Fue una situación lamentable que se generó en la salida del paraje y que a pesar de que se intervino rápidamente no pudimos evitar los perjuicios que sufrieron las familias”, explicó Rubén Molaies, encargado de Defensa Civil del municipio.

“La reja atravesada en el canal se taponó con residuos en pocos minutos porque la cantidad de agua caída fue impresionante”, agregó el funcionario. Y advirtió: “la gente estaba enfurecida por un problema que no lo generó la municipalidad”.

El vecino Rubén Albornoz dijo que el municipio tardó en llegar a asistirlos. “Estuvimos un largo tiempo en medio del agua. Fue desesperante permanecer así con chicos que lloraban de miedo”, contó. “Nosotros no sabíamos de la reja que se había colocado atravesada en el canal. De lo contrario la habríamos hecho sacar”, continuó su relato.

“Este es un problema que viene desde hace tiempo a raíz de que toda el agua que llega desde el sur de la ciudad pasa por aquí. Y este canal es muy estrecho para contener tanta agua”, apuntó.

Los barrios Concepción I y II del Instituto de la Vivienda fueron otros de los más afectados por la tormenta. El agua anegó las calles e ingresó al interior de varias viviendas. “Es un sector en el que nunca se tendrían que haber construido esas casas porque se sabía que es inundable. Primero se debería haber solucionado ese inconveniente y recién haber habilitado para su ocupación”, observó Molaies.

Carlos Tarulli, director de Obras Públicas del municipio, aseguró que la repartición a su cargo avanza en la construcción de un canal de 1.200 metros que va a poner fin a los padecimientos de los vecinos de Concepción I y II. También se prevé ejecutar el canal Magallanes que solucionaría los anegamientos que se generan en el sector noreste del municipio, desde la esquina de Colón y Moreno. “El agua comenzó a inundar este lugar en cuestión de minutos. La lluvia fue como un diluvio. Menos mal que no duró mucho. Un poco más de media hora. De lo contrario íbamos a terminar todos bajo un río”, comentó Julio Guevara del barrio Concepción II.

“Aquí esperamos que de una vez por todas se concluya el canal de desagüe. No podemos vivir siempre ‘con el Jesús en la boca’ por el agua que no tiene salida cuando llueve”, señaló otro vecino de la zona.

En la noche del sábado, en una amplia zona de “La Perla del Sur”, se vivieron momentos de caos ante la cantidad de agua caída. Las calles se transformaron en un río y muchos rodados quedaron atrapados por las aguas en sectores bajos. Las correntadas inundaron también el interior del Hospital “Miguel Belascuain”. “Unos cuatro sectores se vieron afectados, pero no hemos practicado evacuaciones. Gracias a la colaboración de todo el personal en poco tiempo pudimos desalojar el agua acumulada”, dijo Lorena Arteaga, médica y directora del nosocomio.

Alto El Puesto

La lluvia de ayer, en tanto, volvió a dejar aislados a los pobladores de Alto El Puesto (Graneros). Al lugar no se podía ingresar por el acceso que nace en la ruta 308 ni por el de la 38, en La Invernada. “Las calles están totalmente inundadas y nosotros a duras penas pudimos salir en una camioneta. Fue una odisea hacerlo. Hay gente que permanece refugiada en nuestro establecimiento”, contó Pedro Diaz, director de la escuela Isaías Nougués.

La otra escuela de la zona es la 295, que quedó muy cerca del socavón que se abrió en el pueblo y que mantiene en vilo a todos los habitantes. “Desconocemos la situación en que está la gente de esa zona, pero debe ser complicada teniendo en cuenta la cantidad de agua que cayó en las últimas horas”, sugirió el docente.

El agua que inundó las calles de acceso a Alto El Puesto, también generó inconvenientes en el tráfico por la ruta 38. Durante toda la jornada se debía circular con precaución.

Diferente realidad

La capital tucumana fue otra de las zonas donde la lluvia arremetió con constancia durante casi todo el día de ayer. La acumulación de agua en las calles se transformó en una imagen común en cada esquina. Los autos, sin embargo, no vieron impedido su paso en ningún momento, según confirmó Alfredo Toscano, secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

“Se preveían lluvias esta semana, pero por ahora no hay alerta meteorológica acá. Hay lugares en los desniveles históricos de la ciudad donde sí se juntó agua, pero no peligró un corte de tránsito”, dijo el funcionario.

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