Varios partidos políticos presionan para que la Universidad de Lausana, una de las más antiguas de Suiza, anule la distinción concedida al “Duce” en 1937. El rector de la institución, Frédéric Herman, reconoció que fue un error homenajear a Benito Mussolini, quien había asistido a la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de esa universidad durante unos meses, tras llegar a Suiza huyendo de la pobreza y del servicio militar de Italia.
De todo modos, Herman reconoció que será complicado sacarle el doctorado póstumamente al líder fascista italiano, tras ser entrevistado por el canal nacional de radio y televisión francófono suizo RTS. A esta situación se agrega la decisión del Museo Histórico de Lausana que expone una copia de la distinción a Mussolini, en la que se explica que recibió el doctorado “por haber concebido y realizado en su tierra natal una organización social que enriqueció la ciencia sociológica y dejará una profunda huella en la Historia”.
En Suiza, Mussolini trabajó de albañil y se acercó a la actividad política. También fue secretario de los trabajadores italianos en Lausana, ubicada en el centro-oeste de dicho país. “Mussolini es claramente uno de los emergentes de la concepción totalitaria de la primera mitad del siglo XX. El fascismo como ideología política y cultural está fundamentado en un proyecto monolítico de unidad que se asocia al corporativismo”, dijo a Télam Adrián Zarrilli, doctor en Historia de la Universidad Nacional de Quilmes.
Para este analista, el fascismo “exalta la nación frente al individuo de clase, suprime todas las discrepancias políticas en beneficio del partido único, los localismos en contribución del centralismo, y propone una economía capitalista organizada en favor de grandes grupos empresariales, que es lo que sucedió en Italia”. “Es difícil encontrar algún elemento positivo dentro de lo que es un régimen totalitario como el fascismo”, opinó.
Sin embargo, señaló que en Italia “pudo haber alguna mejora al igual que sucedió en la Alemania nazi en la pre-guerra en el sentido de las condiciones de vida, producto de un cierto proceso de expansión económica”.
Pero Zarrilli dijo que “con los años, el fascismo instaló un régimen de brutalidad y cercenamiento de las libertades que generó lo que conocemos como el totalitarismo en términos generales”. Hasta último momento de su vida, Mussolini apoyó a Hitler, el genocida nazi.
El 25 de julio de 1943, el Gran Consejo Fascista aprobó la destitución de todos los cargos de Mussolini, y después el rey Víctor Manuel III ordenó su detención. El 8 de septiembre de ese año, Italia firmó el armisticio con los aliados. Pero cuatro días después un comando de la Alemania nazi liberó a Mussolini y creó bajo su mando la República Social Italiana, llamada República de Saló, un satélite de Hitler, a orillas del lago Garda, en el norte italiano.
Según una encuesta de enero de 2020, en Italia una de cada cinco personas cree que “Mussolini fue un gran líder que solo cometió algunos errores”, informó la cadena británica BBC.