Un juez de la ciudad boliviana de La Paz ordenó ayer el traslado de la expresidenta de facto Jeanine Áñez a una clínica para que sea revisada, aun en contra de su voluntad, dado que lleva 10 días de huelga de hambre que cumple para protestar por su situación jurídica.
La decisión del magistrado octavo de sentencia del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, Franklin Siñani Velasco, declaró procedente la llamada “acción de libertad” en favor de Áñez para que la lleven al Instituto Nacional del Tórax, aunque la resolución no significa que quede libre. “Se ha concedido la tutela de la acción de libertad en favor de la expresidenta y ha dispuesto el juez octavo de sentencia su traslado de inmediato a un centro hospitalario”, informó Norka Cuéllar, la abogada de Áñez, según la agencia de noticias ABI y diarios paceños, según Télam.
El juez explicó que la decisión apunta a velar por el derecho a la vida de la exsenadora. “Pese a que se niega a recibir la atención médica y a alimentarse, corresponde asumir medidas activas desde la estación jurisdiccional”, indicó el magistrado.
Un médico particular había visitado ayer a Áñez y afirmado que se estaba “delicada”, pero que al momento no veía necesaria su internación.
Por la mañana, los obispos de Bolivia habían pedido que se permitiera “el inmediato acceso a atención hospitalaria” para la exgobernante de facto, que se descompensó en una audiencia judicial, que debió ser suspendida. Áñez está acusada de terrorismo, conspiración y sedición en la causa del “Golpe de Estado I” y de haber actuado contra la Constitución en la causa “golpe de Estado II”.