La Historia de Aliviar: disciplina, superación e inclusión

La Historia de Aliviar: disciplina, superación e inclusión

En 2015 se fundó con el objetivo de lograr un cambio en el pensamiento de la sociedad tucumana.

UNIDOS HASTA EL FINAL. Los jugadores de Aliviar sienten que formaron una familia dentro y fuera de la cancha. UNIDOS HASTA EL FINAL. Los jugadores de Aliviar sienten que formaron una familia dentro y fuera de la cancha.
19 Febrero 2022

Benjamin Papaterra

LG Deportiva

Las grandes ideas nacen de las mentes más inesperadas. Los casos sobran y en más de una ocasión existen historias que permiten percibir una realidad a la que no estamos acostumbrados. Este es el caso del Club Aliviar. Un equipo de voley nacido en 2015 y que surgió de la idea de cuatro amigos (uno de ellos, que actualmente juega y es quien gestiona al equipo: Marcos Arrieta, un médico que buscó la manera de seguir nutriéndose del voley, su verdadera pasión).

“Nosotros veníamos reuniéndonos desde antes con chicos de otros clubes que no se sentían cómodos. Por eso surgió la idea de formar un equipo en el que podamos contener a otros jugadores y demostrar que se puede desde cualquier lugar, sin importar la vida personal de cada uno. No hay barreras para jugar al voley. Queremos demostrarle al mundo que no hay limitaciones por la condición sexual, física o monetaria”, declaró Marcos, recordando los inicios de su equipo.

El nombre del club tiene una estrecha relación con la clínica oncológica ubicada en Ayacucho 162, lugar en el que Marcos ejerce su profesión. A partir de esto, Arrieta explicó que para pertenecer a la Federación se necesita una personería jurídica, algo que consiguió gracias a que la clínica le permitió tomar su nombre.

Curiosamente, muchos de los jugadores de Aliviar, en su gran mayoría homosexuales, alegan que es un equipo donde “alivian los dolores de la vida cotidiana”.

Los primeros pasos

Conformar un equipo desde cero no es tarea fácil, pero Arrieta estaba convencido de quería darle forma a su desafío personal. Por esta razón, realizó un trabajo de scouting, recorriendo todo el noroeste argentino.

“Viajamos por todo el Norte. Solamente íbamos cinco porque hicimos el viaje en mi auto. Por eso, siempre nos faltaban uno o dos jugadores para los torneos que eran de fin de semana. Así conocimos chicos de Salta, de Jujuy y de Santiago del Estero y terminamos haciendo que vengan a nuestra provincia para jugar con nosotros. Eso llevó a que actualmente nos consideremos más un equipo de todo el Norte; no solamente de Tucumán”, aseguró.

Al mismo tiempo, explicó qué significa ser un equipo inclusivo, remarcando cual es su propósito social. “Les permitimos a todas las personas que se expresen en este lugar. Acá se puede jugar libremente; no existe discriminación alguna porque sabemos que cada uno es dueño de su vida. Lo único que sí profesamos es que hay un respeto con todos los que componemos el equipo”, puntualizó.

De la misma manera, comentó que muchos de sus espectadores se sintieron identificados por el modo de ver el juego que tenía Aliviar. “Buscamos transmitir nuestra alegría desde adentro del campo hacia las tribunas. Esto hizo que mucha gente se sienta representada por el equipo y en más de una ocasión se contactaron por redes sociales conmigo para ser parte del mismo”, sentenció el “Doc”.

El Impacto social

Arrieta recuerda que no todo fue fácil en este camino. Los obstáculos sobraron y el apoyo escaseaba. “Cuando iniciamos tuvimos un sector muy chico de apoyo. La mayor parte de la sociedad nos consideraba un equipo diferente y a muchos no les gustaba. Con el tiempo, y el cambio de pensamiento, hemos logrado una aceptación. Pero, al principio sufrimos mucha discriminación y rechazo. Teníamos mucha gente en contra”, afirmó.

Así fue como recordó una final de un torneo de Reserva, donde la violencia fue la protagonista. “Por ser considerados diferentes, nos agredieron verbalmente y fue muy fuerte para todos nuestros jugadores. A tal punto que nos sacaron de partido. Por suerte eso no sucedió nunca más”.

De la misma manera vio algo bueno dentro de ese juego final. “Lo que fue un logro más allá de lo deportivo, fue que tuvimos muchísima convocatoria de gente que para nosotros significó mucho. Aunque fuimos conscientes de que la gente fue porque éramos algo ‘novedoso’”.

Por último, Marcos dejó un mensaje para la comunidad tucumana. “Creo que todas las personas contribuimos a cambiar la manera de pensar de la sociedad tucumana y con Aliviar hemos logrado muchos cambios buenos; tanto en lo deportivo como en la gente que nos ve. Sobre todo hacemos hincapié en la inclusión, superación y disciplina”, aseguró.

Torneo Federal

Club Aliviar debutará en el Torneo Federal, el 28 de Febrero en La Rioja. Representará a la provincia junto a Social Monteros. En la categoría femenina, jugará Fundarte Voley.

PUNTOS DE VISTA

Hacía quimioterapia y me iba a jugar

Jorge Oscares

Jugador de Aliviar

Aliviar fue un escape en mi vida. Estaba en un momento muy difícil. Al principio, sólo fue un equipo de voley, pero por las circunstancias que me tocaron, pasó a ser el lugar que me volvió a dar vida. En ese momento, me diagnosticaron cáncer en la clínica oncológica en la que trabaja mi médico, capitán y amigo Marcos Arrieta. Él fue un pilar muy importante desde que me dijeron que tenía esa enfermedad y su insistencia fue la que me hizo jugar para Aliviar. Fue un cambio radical. Había días que hacía quimioterapia y a la noche me iba a jugar, pero siempre con autorización de Marcos. Recuerdo que a veces no tenía fuerzas para estar parado, pero las ganas de competir y el sentirme vivo dentro de una cancha de voley hicieron que tenga esa fortaleza física, mental y, sobre todo, anímica para hacerlo. Obvio que cada vez que volvía de jugar, estaba en cama dos o tres días para recuperarme, pero nunca me sentí arrepentido. Al contrario, sentía el apoyo de mis compañeros y de mi médico, que siempre estuvieron conmigo.

Este es un equipo en el que la gente se divierte

Julián Fleita

Jugador de Aliviar

Aliviar me ayudó mucho tanto a nivel personal como en lo deportivo. Me dio un espacio donde tenía la libertad de ser feliz jugando, disfrutando de este deporte que sigo llevando como una pasión. Este club es una familia.

Marcos me enseñó y ayudó en muchas cosas. Siempre voy a estar disponible para Aliviar y voy a estar presente. Tengo un agradecimiento enorme para con el equipo.

Mi vida cambió de manera radical, porque Aliviar me dejó ser yo mismo. Me enseñó a jugar de manera libre, porque es un equipo inclusivo, donde la mayoría de los chicos somos homosexuales. Cambié mi pensamiento, porque cuando comencé a jugar era un voley muy homofóbico.

Yo jugaba en un club en el que casi todos eran muy homofóbicos. Entonces, mi llegada a Aliviar se dio en un torneo abierto. Cuando estaba ahí, en un momento escuché algunos gritos en una cancha. Con un amigo nos acercamos a ver y eran los chicos de Aliviar, que se divertían mucho jugando. Eso fue lo que me llamó la atención. De ahí, Marcos se acercó y nos invitó a jugar con ellos. En ese momento, a estar jugando en un equipo cerrado de cabeza, dije ‘ni loco’. A pesar de ello, un día terminé yendo con mi amigo y comencé a disfrutar el voley de otra manera.

Aliviar es un equipo en el que todos los que juegan se divierten. Desde ahí, me quedé jugando en ese equipo porque me sentía bien y es donde me voy a quedar para siempre.

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