17 Febrero 2022
A ESTAR ATENTOS. Ómicron sigue desarrollando sub-variantes, y la última no es detectable con hisopados. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
La nueva sub-variante de Ómicron ya está presente en más de 57 países de América, África, Europa y Asia. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud creen que tiene el potencial de desplazar a BA.1, la sub-variante que circula actualmente.
BA.1 y BA.2 son dos de las cuatro sub-variantes de Ómicron que, a pesar de compartir mutaciones, tienen sus diferencias.
Según el profesor François Balloux, director del Instituto de Genética del University College London, BA.1 y BA.2 son sub-linajes hermanos que se separaron hace varios meses y no derivan uno del otro. La OMS sospecha que ambas podrían tener el mismo nivel de severidad, con la diferencia de que la BA.2 posee alto nivel de transmisibilidad, más que el de la variante Ómicron original. Esto se comprobó con un estudio realizado en Dinamarca, que determinó que BA.2 podría ser hasta 33% más transmisible que la sub-variante BA.1.
Según el estudio danés, BA.2 “posee propiedades inmunoevasivas que reducen aún más el efecto protector de la vacunación contra la infección”, en comparación con BA.1. Sin embargo, los investigadores no concluyeron que fuera un porcentaje significativo y destacaron la importancia de las vacunas -esquema completo o tercera dosis- para desacelerar los contagios y evitar la evolución en cuadros más graves.
Ómicron tiene más capacidad de escapar de la protección de las vacunas, en comparación con otras variantes de preocupación. Los datos sobre Ómicron BA.2 todavía son pocos pero todo apunta a que dicha protección es muy similar en comparación con BA.1.
Además, hay expertos que dicen que la BA.2 podría impulsar una segunda ola de Ómicron. En Dinamarca la nueva sub-variante ya desplazó a la anterior versión de Ómicron y en Estados Unidos se calculó que alrededor del 8% de los casos en este país son BA.2, cuya cifra va aumentando rápidamente.
En Argentina, la BA.2 se confirmó el 1 de febrero. Se trata de un paciente de 62 años que reside en la Ciudad de Buenos Aires, y que regresó contagiado de Uruguay el 12 de enero.
Esta sub-variante tiene una forma de detección diferente a las otras: no causa una marca concreta en las pruebas de laboratorio, que se conoce como “fallo de objetivo del gen S”. Es por esto que algunos científicos la apodaron la versión “sigilosa” de Ómicron.
Las diferencias
Consultado por LA GACETA, Gustavo Costilla Campero, jefe de Infectología del Hospital Padilla, explicó que entre BA.1 y BA.2 existen diferentes mutaciones, especialmente en la proteína spike. Esta proteína no se encuentra en la sub-variante BA.2 y es esencial para la entrada en las células humanas, ya que marca la superficie del virus.
“Es debido a esta diferente mutación que esta sub-variante podría no ser detectada con los testeos. Por lo tanto, podría evitar que los testeos muestren los positivos, lo cual es un aspecto que contribuye mucho a la transmisibilidad”, detalló Costilla Campero.
Además, aseguró que “todavía falta mucha más información”, pero que todo parece indicar que esta sub-variante es similar a la BA.1 desde el punto de vista clínico y epidemiológico. Por lo tanto, se podría decir que “no cambia el perfil de medidas que se deben aplicar” en cuanto a estrategias de salud pública.
Asimismo, el infectólogo estimó que es muy probable que esta sub-variante llegue a Tucumán. “Todavía nos falta mucha más información, se está estudiando. Saber si está en Tucumán o no, va a depender de la vigilancia genómica”, explicó.
Costilla Campero comentó que hay expertos que aseguran que es poco probable que esto provoque una nueva ola, pero enfatizó que “no debemos bajar la guardia y seguir con las medidas de salud pública tal como las vamos implementando”.
(Producción periodística: Bárbara Nieva).
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