Hay libros tridimensionales que se abren como flores; personajes que salen de las páginas hacia arriba y “cobran vida”. Libros en forma de acordeones, que se expanden 360 grados y se disfrutan como un objeto de decoración. Libros lúdicos, sensoriales, polisémicos, silentes… Hoy los cuentos tradicionales dejaron de ser simples encuadernados con textos e imágenes. La premisa es crear obras literarias que nos enamoren para vivir una experiencia completa. En estas innovadoras propuestas participamos todos y es además un mimo que le damos a nuestro niño interior. Las opciones son múltiples y en la provincia se abre un mundo fantástico que invita a fomentar la lectura en los más pequeños.
Fomentar la lectura
“El mejor legado que podemos dejarles a nuestros niños es la lectura”, afirma Laura García, investigadora del Instituto de Investigaciones del Lenguaje y la Cultura (Conicet-UNT). “El derecho de la imaginación es uno de los derechos culturales. Por lo tanto, es responsabilidad de los adultos cuidar el desarrollo del imaginario infantil”, agrega.
¿Cómo fomentamos la lectura? “Se construye a través de un vínculo entre el adulto y el niño. La literatura es un puente que nos posiciona a grandes y pequeños en el mismo lugar de lectores. Compartimos una práctica que llevamos por delante. Es un punto de encuentro. La lectura requiere un tiempo, y ese tiempo debe ser una entrega del adulto para el niño, que debe ser fundamental. Hay que dar continuidad a esos intereses de los pequeños”, dice García.
Con respecto a la idea de “padres que no leen, hijos que no leen”, menciona que de entornos no lectores salieron buenos escritores y destaca que hay una gran variedad de opciones de aprender. Si no es en la casa están los talleres, cursos y el papel fundamental de la escuela.
“Es muy bueno que el niño tenga la experiencia de ir a visitar una librería y tenga ese contacto y sostener esa práctica en el tiempo”, subraya.
Un lugar para los niños
Una de esas alternativas es Orygami, un multiespacio creado por Juan Augusto Reyes Robles y Leila Quiroga, donde funcionan librería, juguetería, producción de eventos, talleres y capacitaciones. La oferta de libros está dirigida tanto a los niños como a padres y especialistas. “La idea es que vengan y exploren” dice Reyes Robles.
Se proponen nuevos estilos y diseños. Por eso, para que los últimos días de vacaciones sea divertidos e interesantes, el promotor cultural hizo una propuesta muy variada de libros para los pequeños y no tan pequeños.
“Nosotros queremos que los niños, disfruten de la experiencia de la lectura, que vengan que exploren y que decidan que llevarse. Para nosotros poder tener este espacio es una experiencia muy para la comunidad. Tenemos talleres y damos capacitaciones”, dice Reyes Robles.
A su vez, Natalia Viola, dueña de una librería, comenta que en su caso elige material variado en sus temas y con propuestas de lecturas para todas las edades. “Hoy los libros más vendidos son los que tratan sobre las emociones, pero la verdad es que no hay best sellers de libros infantiles como sucede con los de adultos. Al menos en nuestro caso vendemos súper variado y sobre muchos temas”, destaca.
Qué pueden leer
• “Emigrante”, de Saun Tang. Es un libro silente, es decir sin narración, sin texto. Es una crónica en formato de novela gráfica, que cuenta el proceso que vivieron los inmigrantes. Ilustrado a mano, se lo puede abordar en compañía de un adulto. Recomendado para niños de 10 años en adelante.
• “La Ola”, de Susy Lee. Presenta un estilo minimalista. Cuenta en imágenes el encuentro entre una niña y el mar cuando aparece una ola. Cada lector le da un sentido, por lo que se considera polisémico.
• “El destino de Fausto”, ilustrada por Oliver Jeffers. Es una fábula basada en la historia de Fausto, que quiere poseerlo todo y se da cuenta de que no puede.
Libros objeto
• “Blancanieves”, de los hermanos Grimm, ilustrado por Mariana Ruiz Johnson. Tiene formato de acordeón y puede funcionar como un gran cuadro que tiene la historia desarrollada tanto en la parte de adelante como en la de atrás. Es didáctico y lúdico y hasta decorativo.
• “Amor”, ilustrado y diseñado por Gian Berto Vanni. Cuenta una historia muy simple sobre una niña. Sus padres se fueron cuando ella cumplió nueve años. Llega a un orfanato. Solitaria y un poco inusual, observa a la gente con sus grandes ojos. A menudo las cosas que hace no están bien, y la gente no la trata de lo mejor. Lo único que quieren es mandarla lejos. Hasta que un día…
Estilo “pop up”
• “9 meses”, de Jean Marc Fiess. Trata de nueve meses de dulce espera, habitados por la alegría y lo desconocido. Con escenas sensibles y poéticas para una declaración de amor en tres dimensiones. Es un libro para regalar a una persona que está atravesando por un embarazo y a niños que esperan un hermanito.
Para adolescentes
• “Si no te gusta leer no es culpa tuya, leer o no leer es mi problema”, de Jimmy Liao. Parte de una premisa de una librería infantil en donde su dueño está por cerrar, porque se cree que los niños no leen más. A partir de allí, el hijo del librero decide tomar una acción e invita a todos sus compañeros de clases, al living de su casa y mostrarles porque los libros son importantes.
• “Desencuentros”, de Jimmy Liao. Cuenta la historia de dos jóvenes que viven en un mismo edificio, en departamentos enfrentados, que no se conocen porque siempre salen en direcciones opuestas. Cada uno en solitario con su vida y con su historia. Hasta que un día se encuentran y pasan una jornada inolvidable. Cuando una lluvia los sorprende, cada uno intercambia sus teléfonos, pero al llegar a su hogar se dan cuenta de que los números han sido borrados por el agua. La historia aborda emociones típicas del primer amor. (Producción periodística: Gianna Camarda)