Viajar, trabajar, ahorrar, madurar: así viven los jóvenes tucumanos en Miami

Viajar, trabajar, ahorrar, madurar: así viven los jóvenes tucumanos en Miami

Las redes sociales lucen colmadas de fotos de chicos -y no tan chicos- que aprovecharon las vacaciones para viajar a la Florida. Allí trabajan, ahorran en dólares y viven toda clase de experiencias.

12 Febrero 2022

El destino perfecto

Anna Alderete es una estudiante de Abogacía, oriunda de Concepción. Con 19 años decidió emprender esta aventura de verano. “Se me ocurrió venir porque no sabía inglés y en Miami todos hablan español. Es el destino perfecto para trabajar y para ‘turistear’. Pensamos quedarnos cuatro meses en la temporada de diciembre a abril”, cuenta. “Es fácil encontrar trabajo, sólo tenés que caminar hasta encontrar la mejor opción”, añade Alderete. Cuenta, además, que se ocupó en una cocina junto a una amiga que trabaja de busser: “es la que levanta los platos en un restaurante”.

“Me encanta”

“Estábamos con mi novio hace años intentando venir a Estados Unidos y elegimos Miami porque sabemos que acá no necesitas tanto inglés. Y como está lleno de latinos nos resultaba el lugar más amigable para vivir”, detalla Lola Navarro, de 30 años, quien viajó con su novio y con su perrita Mora.

Ella está muy a gusto con lo que encontró. “Miami tiene todo lo que busqués -apunta-. En mis días libres tomo sol en la playa y la llevo a mi perra. Me está gustando mucho mi trabajo actual, es bastante cómodo. El grupo de trabajo es muy bueno, gente de toda Latinoamérica. Me hice un grupo de amigos bastante copado. Miami es la capital de la fiesta, básicamente. Tiene mucha movida nocturna. El estilo de vida de la ciudad es acorde a lo que me gusta hacer ahora”.

“Los salarios están muy bien para trabajos de mozo, basser o dishwasher (lavaplatos). En esos trabajos son todos extranjeros sin papeles, son tareas que los norteamericanos no quieren hacer. Para nosotros el sueldo es muy bueno, pero para ellos es muy poco”, señala Navarro, quien trabaja en un café en el centro de la ciudad. Lola aconseja animarse porque la oferta es variada: “recomiendo llegar y acá decidir en qué trabajar y cómo. Hay mucha oferta laboral de lo que busqués. Muchas chicas vinieron con su emprendimiento de manicura y les va súper bien. La mayoría de la gente prefiere ser server, es decir mozo, porque es lo que más te deja de plata por las propinas. Acá la gente deja más del 10% de propinas y se hace un buen número”.

Un viaje espectacular

Fernanda Cabezón aprovechó el verano para viajar y vivir una experiencia que le otorgue nuevas perspectivas. Con 20 años, en Tucumán estaba estudiando y decidió cambiar de carrera, así que esperando  el comienzo del nuevo ciclo lectivo planeaba trabajar en la provincia. Mientras exploraba sus opciones, un amigo le sugirió viajar. “Me dijo ‘¿por qué no te vas a Miami? Porque realmente todos se estaban yendo’”, cuenta.

“Vine sola, sin mi grupo de amigas, pero desde Tucumán organizamos otro grupo para vivir juntos. Mi objetivo es abrir la cabeza. Realmente este viaje te hace madurar de una manera impresionante. También hacer amigos y ahorrar mis gastos. Quiero viajar y conocer lugares” confiesa Fernanda. Para ella, este es un viaje de aprendizaje, esfuerzo y crecimiento personal. “Vivir acá al principio es duro. Hace bastante que estoy trabajando sin días libres. Pero es el esfuerzo que después tiene recompensa -analiza-. Es parte de la vida que llevas acá. Es una vida incómoda pero te vas acostumbrando. No tengo nada de qué quejarme. Hasta ahora llevo dos meses, creo que es espectacular el viaje y siento que estoy creciendo un montón”.

Esfuerzo y aprendizaje

Las hermanas Laureana y Micaela Chemes, ambas estudiantes de la licenciatura en Terapia Ocupacional, decidieron aprovechar el receso de la Facultad para viajar y trabajar en el exterior. “Venían a Miami mi novio con su grupo de amigos. Me invitaron y decidí sumarme con mi hermana”, cuenta Laureana, de 22 años.

Por su parte Micaela, de 20 años, cuenta: “me entusiasmó el hecho de que tenía muchas amistades que también hacían el mismo viaje”.

Ambas tienen el objetivo de ahorrar y regresar cuando comiencen las clases. “Mi objetivo es juntar plata para poder llevar a mi casa a Tucumán, porque la situación está difícil en el país. La idea es venir tres meses a trabajar y volver a seguir estudiando”, cuenta Laureana.

Si bien el trabajo es agotador y estar en un país extraño no facilita las cosas, ambas sostienen que es una experiencia enriquecedora con la que están muy contentas.

“Es muy lindo. Más allá de que estoy trabajando un montón y termino muy cansada, nada supera la tranquilidad con la que se vive acá. Es impresionante y la experiencia es muy linda. También te abre la mente, conocer lo que es trabajar duro de verdad. Y a la vez, si es un trabajo duro, notás que tiene una recompensa porque la gente te tiene en cuenta. No es como en Tucumán, que necesitas contactos. Es algo que está buenísimo, porque pensás ‘mi esfuerzo vale la pena”, sostiene Laureana.

“Fue difícil y es un cambio brusco, pero es un sacrificio que vale totalmente la pena. Pude conocer a muchas personas que cuentan cómo tuvieron que escapar de sus países en busca de una vida mejor y lo difícil que fue. Se aprende mucho”, expresó Micaela.

Un sueño

Benjamín es un joven tucumano de 21 años que viajó a Miami el pasado diciembre.

“Además de estudiar Abogacía, en Tucumán trabajaba en el negocio de mi familia, una panadería que decidimos cerrar este año por diversos motivos” cuenta.

“La idea de venir siempre la tuve. Quería conocer un país del primer mundo y ver cómo es la vida fuera de lo que uno está acostumbrado. Me parecía muy lejano, hasta que con ahorros y esfuerzo de mi familia tuve la posibilidad de sacar los boletos y llegar a Miami”, expresa y agrega que fue con cuatro amigos: “con ellos estoy conviviendo y disfrutando el día a día”.

Además de conocer Estados Unidos, Benjamín tiene el objetivo de ahorrar dinero pensando en el futuro. “Mi objetivo, además de seguir conociendo todo esto, es ahorrar para que el día en que decida volver lo invierta en algún proyecto o emprendimiento propio”, sostiene.

Pero para él, lo más importante es aprovechar esta experiencia lo máximo posible. “Estar lejos de lo que uno conoce nos abre la mente para muchas cosas. Hay que buscar quedarse con lo positivo de cada experiencia”, apunta.

A través de una agencia pudo conseguir trabajo el mismo día en el que aterrizó en Florida y da fe de que hay muchas oportunidades. “El trabajo es abundante y uno todo el tiempo puede estar viendo opciones para cambiar de rubro si no se siente cómodo donde está”, advierte.

Actualmente vive en South Beach y es algo que le encanta, especialmente porque lo comparte con amigos: “es increíble. Todos en algún momento soñamos con vivir con nuestros amigos y disfrutar de la vida juntos, y aquí lo estamos viviendo. Es un lugar con un clima hermoso, hasta en invierno. La playa, los centros comerciales, las peatonales, son increíbles. Se ven muchas cosas que parecen de película”.

Producción periodística: Paula Cavanna

A tomar nota

•Un pasaje ida y vuelta a Miami en clase económica puede conseguirse a partir de los $ 150.000 y hasta los $ 206.000, dependiendo de la cantidad de escalas. Aerolíneas Argentinas tiene un vuelo por día sin escalas.

•Recomiendan tener dinero suficiente para mantenerse el primer mes. Un alquiler puede rondar los U$S 1.000. Un alquiler compartido entre varios es la mejor de las opciones.

•Para evitar caer en estafas se recomienda no reservar ni pagar por adelantado el alquiler de departamentos. “Acá nadie te reserva nada y no existe dejar plata antes de que te entreguen las llaves en la mano”, apunta Lola Navarro.

•“El ahorro depende del estilo de vida”, dice Anna Alderete. El sueldo básico es de 2.000 dólares por mes.

•Un trabajo de housekeeping (limpieza) en un hotel paga 12 dólares la hora. Trabajar de server, o sea de mozo, paga 7 o 9 dólares por hora, pero se agregan las tips o propinas. “La gente deja mucha propina”, afirma Laureana Chemes.

•Hay mucha oferta de trabajo. Algunos requieren hablar inglés para ser recepcionista de un hotel. Para los trabajos de limpieza, de mozo o de lavaplatos no es necesario.

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