Todo parece estar permitido en el tramo que conecta la ruta nacional 9 y la ruta provincial 306, en la localidad de San Andrés, Cruz Alta, al este de la capital tucumana. En un trayecto corto se concentra una incesante caravana de vehículos durante buena parte del día y alcanza con esperar unos minutos en el semáforo, instalado en el kilómetro 1.286, para comprobar lo caótica que puede ser esa zona. Manejar por la banquina, en contramano y con la luz roja son algunas de las violaciones que se cometen los conductores en improvisadas bajadas y desvíos para acortar el camino y llegar a destino.
Hace una semana, LA GACETA publicó un informe detallado de los que sucede todos los días. Sin embargo, nada cambió en este tiempo. Las imágenes que ilustran esta nota fueron tomadas esta mañana y son elocuentes.