Por Marcelo Androetto
11 Febrero 2022
LUCHADO. Así fue el partido entre Atlético y Sarmiento. El local se quedó con los puntos porque aprovechó la única que tuvo. Fotos de Facundo Grecco (Especial para La Gaceta)
Apareció “Licha” y se hizo la luz en Junín. Y la oscuridad descendió sobre Atlético. Una definición “de luxe” del veterano Lisandro López rompió un cero a medida del partido y echó a perder el estreno oficial 2022 del equipo de Juan Manuel Azconzábal.
Paciencia y magnanimidad. A esos atributos seguramente deberán apelar los hinchas “decanos” a la hora de evaluar el debut con derrota 0-1 en esta Copa de la Liga. En realidad, hasta que su defensa se quedó estaqueada tras un saque del arquero local y la peinada de un rival, seguidos de la exquisita definición por elevación del ex Racing, Atlético se llevaba merecidamente un punto nada despreciable del noroeste de Buenos Aires.
Porque el balance para la visita hasta el minuto 66 no era ni tan positivo ni tan negativo, habida cuenta el contexto: primera fecha, flamante ciclo, caras nuevas. Todo esto en un partido de mediocre a malo, con pocas situaciones claras, prácticamente de pretemporada.
Diseccionando el encuentro, en la primera hora de juego Atlético había sido levemente superior, básicamente porque hasta entonces había mostrado buenas intenciones y protagonismo.
En ese largo lapso, el “Decano” tuvo orden. Tomás Marchiori brindaba seguridad bajo los tres palos. Los debutantes Martín Garay y Nicolás Thaller cumplían. Y la apuesta a las contras rápidas pagaba ciertos dividendos. Claro que siempre faltó justeza en la terminación (y tampoco se intentó desde media distancia).
¿Chances de gol? El “Loco” Lucas Acosta en gran reacción evitó el festejo del “Bebe” Guillermo Acosta en una pelota que “viboreaba” hacia el gol. Franco Coman tuvo una y se fue ancha. Faltó el necesario golpe de nocaut en el primer tiempo. Y en el complemento no pasaba nada hasta que el “Licha” sacó esa paloma de la galera que dejó a Atlético con las manos vacías.
La desventaja llegó cuando el “Vasco” Azconzábal, que vivió el partido de pie, aunque sin esa conexión de 220 voltios al que el “Cholo” Pablo Guiñazú había acostumbrado a los hinchas, se preparaba a mover la banca por tres, con Gastón Gil Romero –otro refuerzo que debutó-, Renzo Tesuri y Ramiro Ruiz Rodríguez.
Los ingresos potenciaron una reacción que terminó de convertir al portero local en una de las figuras. También hubo tiempo para el estreno de Ignacio Maestro Puch, pero no para una igualdad que hubiera aportado algo de “justicia social futbolística” en el estadio Eva Perón.
A decir verdad, este Sarmiento, con seis nuevos, inquietó de pelota parada y de media distancia. Poco más. El casi inexistente juego del equipo de Israel Damonte preocupaba a sus hinchas, hasta que el golazo del delantero de 38 años (que enseguida salió por un calambre) sirvió de calmante. Y para que el “Verde” abandonara provisionalmente la zona de descenso. El promedio, de todas formas, será seguramente una espada de Damocles que penderá sobre sus cabezas en todo 2022.
Ni siquiera la presencia de López había potenciado la convocatoria de los espectadores en una ciudad en la que la mayoría de sus habitantes tienen como “equipo del corazón” a alguno de los grandes del fútbol argentino (y a Sarmiento en segundo plano). Los pocos que estuvieron, se fueron exultantes, porque goles y victorias son amores.
En cambio, Atlético se vuelve a Tucumán con la frente marchita. Y con bastante por mejorar. Quizá le faltó mayor ambición, tal vez se sintió demasiado cómodo con un empate que parecía al alcance.
Aunque la ausencia de sus delanteros titulares y la necesidad de tiempo para ensamblar las nuevas piezas recomiendan optar por una mirada condescendiente, un análisis no tan concluyente.
Sin sorpresas en el cierre del libro de pases
Esta vez no hubo refuerzo sobre la chicharra. El libro de pases en el fútbol de Primera cerró a las 20 de anoche, justo en el entretiempo del 0-1 con Sarmiento. Aunque, ya desde las 15 se sabía que no habría ningún otro refuerzo y Atlético cerraría el mercado de verano con 10 caras nuevas, más de lo que se imaginó en un momento, menos que las expectativas que tenían los hinchas.
En el mercado de pases anterior, quien había llegado sobre la hora fue Oscar Beníte. El técnico en ese momento, Omar De Felippe aceptó el arribo del ex Boca que venía de quedar libre en Delfín de Ecuador. Esta vez hubo nombres, aunque el duelo ante Sarmiento estaba en le medio de toda esta historia, y puntilloso como es Juan Manuel Azconzábal en estos temas, prefirió centrarse en el partido de su equipo y descartar las opciones que manejaba la dirigencia. Ahora habrá que ver de que manera se acoplan los nuevos apellidos a un equipo que está en formación.
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