Audiencia por el crimen de la niña Rocío Rojas

Audiencia por el crimen de la niña Rocío Rojas

Según la teoría del caso, la niña de cuatro años fue quemada en un pozo de letrina.

PERICIAS COMPLEJAS. Los investigadores hallaron pocas evidencias. LA GACETA / FOTO DE LUCIANA NADALES PERICIAS COMPLEJAS. Los investigadores hallaron pocas evidencias. LA GACETA / FOTO DE LUCIANA NADALES
10 Febrero 2022

Este miércoles se realizó una audiencia por el crimen de Rocío Rojas, de cuatro años, el cual se encuentra en plena investigación. Mauro Leonel Véliz y María Carolina Graneros son dos de los tres acusados de asesinar a la niña en julio del año pasado y son quienes hicieron su declaración ante la Justicia. El otro imputado, Edgardo Hernán Caro, no prestó testimonio por recomendación de su defensa. La audiencia tenía como objeto la declaración de los detenidos en el marco de la causa, la cual ya fue declarada como asunto complejo, por el asesinato de la pequeña en Lules.

Los tres acusados se encuentran privados de su libertad con prisión preventiva.

Este caso es investigado por la Unidad Fiscal de Homicidios I a cargo del fiscal Ignacio López Bustos e intervino en la audiencia el auxiliar de fiscal José Fernando Isa.

Madrugada trágica

En sus declaraciones, Véliz dijo que ayudó a su suegra (Graneros) a trasladar los restos óseos de la víctima desde el pozo en el que los habían arrojado y los tiraron en el río. Según dijo, la mujer le dijo que habían quemado a la niña y la habían arrojado a un pozo. Graneros declaró que en la madrugada de los hechos, la niña estaba con fiebre y ella la llevó a su habitación, que se durmió en un momento y al despertar Rocío no reaccionaba. Señaló que fue amenazada por su pareja para que no avise a la Policía.

Según la teoría del caso, el 1 de julio pasado, la niña fue quemada en un pozo de letrina, en el asentamiento San Ramón, ubicado en La Reducción, en Lules. La causa está calificada como homicidio agravado por alevosía y femicidio.

Sin autopsia

Según la investigación y teoría del caso, los imputados quemaron el cuerpo de la niña de cuatro años la cual se encontraba indefensa; y para cubrir su accionar denunciaron su desaparición con el propósito de ganar tiempo, lo que dificultó poder determinar que los restos óseos encontrados eran de la niña. Además, imposibilitó el trabajo de los peritos para la recolección de evidencias y rastros. Sumado a ello, no se pudo practicar la autopsia y realizar los exámenes correspondientes para determinar las causas de la muerte y signos de abuso sexual.

Los fragmentos óseos fueron analizados mediante comparaciones de ADN que permitieron certificar la defunción de Rocío.

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