10 Febrero 2022
MUCHEDUMBRE. En el centro se producen muchas aglomeraciones. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO
Para algunos es indispensable, para otros no tanto. Algunos lo exigen, otros lo dejan pasar. Desde la implementación del pase sanitario el 1 de diciembre, fueron colocadas más de 600.000 dosis, lo cual señala que esta medida tuvo un gran éxito. Pero, ¿lo que impulsa a la gente a vacunarse es la sospecha de que se pide el pase sanitario o la certeza de que realmente se lo solicita?
En un recorrido por las calles de San Miguel de Tucumán se trató de comprobar el debido control del pase sanitario en los distintos locales del centro y alrededores. Y no hay un control estricto del mismo, aunque hay excepciones. Al mismo tiempo se aclara que en los locales comerciales no es obligatorio, pero sí para otras actividades oficiales.
En la mayoría de los locales y entidades públicas lo que no falta es el alcohol en gel y la solicitud del uso correcto del barbijo o tapabocas. Sin embargo, el pase sanitario es algo que generalmente no se pide, más allá de las disposiciones que hace dos meses se tienen en la provincia y de las reiteradas peticiones del Ministerio de Salud.
Los funcionarios se encargan diariamente de recordar a los tucumanos la incidencia que tiene la vacunación en el número de casos y la baja de muertes por covid que se están registrando.
En los últimos días, esta petición se hizo con más fuerza, teniendo como argumento la vuelta a la presencialidad de las clases: “Llevemos a nuestros niños a vacunar; es muy importante. Estamos a tres semanas del comienzo de clases, y este tiempo será muy importante para que tengan buena inmunidad”, indicó el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, en la previa a la sesión donde se trató la prórroga del pase sanitario en la provincia, cuyo DNU fue aprobado. (Ver nota aparte)
El recorrido
A las 10 de ayer, fuera de un banco del microcentro había una larga fila de personas. En la puerta, un guardia controlaba la temperatura, pedía el pase sanitario y colocaba alcohol en las manos de quien ingresaba. No había desbordes ni quejas de los usuarios. Al que se lo pedían, se lo mostraban.
En un local de electrodomésticos no había control alguno. En la entrada había un cartel que decía “por favor, colocarse alcohol antes de ingresar” y había debajo un frasco a disposición del cliente que lo desee. Tampoco se tomaba la temperatura.
En otra tienda de la zona, el guardia de seguridad ofrecía alcohol en gel antes de ingresar. En cambio, en la sucursal de una tarjeta de crédito había un empleado en la puerta controlando el pase sanitario de las personas en la fila para que pudieran ingresar.
Minutos después, una mujer aguardaba su turno fuera del Correo Argentino. “No lo están pidiendo. Depende, en algunos lugares sí, pero rara vez”, expresó Valle Mena. Efectivamente, quien aguardaba en la fila para ingresar al correo no tenía la condición de ingresar con el pase sanitario en mano. Sobre esto, Valle manifestó que la medida “es importante porque demuestra la cantidad de gente que realmente está protegida”.
Más tarde, en una librería había un cartel que indicaba que, en el caso de hacer compras dentro del local, se le solicitaría el pase. Sin embargo, al consultar con una de las personas que estaba en el interior, se comprobó que es una medida que no se está concretando.
La mayoría de los locales comerciales cuenta con un frasco de alcohol en la entrada para que el cliente se lo coloque voluntariamente al ingresar, pero no más que eso.
El barbijo mal puesto
“No están pidiendo, a lo sumo en muy pocos lugares”, aseguró una mujer que no quiso revelar su identidad. Además, manifestó que sería más importante que se tome un control sobre otro tipo de conductas de la población: el mal uso del barbijo o tapabocas. “Me parece más importante el uso del barbijo en lugares cerrados, el barbijo bien puesto. Si vos te fijas, todos lo tienen mal”, dijo y añadió: “En lugares abiertos es preferible no tenerlo a tenerlo mal puesto”.
Finalmente, la caminata concluyó con la visita al Registro Civil, donde se vio un panorama distinto: en la puerta sí se controlaba que las personas que ingresen al local porten su pase sanitario o carnet de vacunación.
A pesar de esto, Patricia Nieto pudo confirmar que el control del pase sanitario es algo que no se está viendo comúnmente. “Por ahora no nos vienen pidiendo, sólo en bancos. Alcohol y la temperatura sí”, comentó. La mujer se encuentra a favor de esta medida, porque “es importante para que nos cuidemos todos”. Asimismo, asegura que de lo contrario “esto nunca se va a terminar”.
Al contrario, y aún cuando esta medida no parece ser concretada por completo, hay quienes siguen manifestando en contra del pase en Tucumán. (Producción periodística: Bárbara Nieva).
Lo que dejó la sesión: la extensión del pase sanitario para las próximas semanas
El Poder Legislativo volvió al recinto el martes para celebrar una sesión extraordinaria en la que se destacó el debate del decreto de necesidad y urgencia (DNU) que prorrogaría la vigencia del pase sanitario en Tucumán.
Tras una hora de discursos, el oficialismo y un sector de la oposición dieron los votos para ratificar la disposición.
La votación finalizó con 32 legisladores por la afirmativa, y siete por la negativa.
De esta forma, la medida -implementada por primera vez el 1 de diciembre pasado por disposición del gobernador interino Osvaldo Jaldo-, fue extendida para todo febrero.
Según expuso ayer el ministro de Salud Pública, Luis Medina Ruiz, el objetivo de la ampliación del pase sanitario es fortalecer la vacunación con las terceras dosis y las aplicaciones de refuerzo, en el marco de la pandemia de covid-19.
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