En la normalidad de una adolescente de 14 años caben muchas cosas, pero ganar un torneo internacional de tenis de 25.000 dólares en premios claramente no es una de ellas. Y es que Brenda Fruhvirtova no es lo que podría calificarse como una chica promedio: a su edad, la mayoría de los jóvenes disfruta de su tiempo sin grandes presiones ni plena certeza de cuál será su camino en el futuro. Ella, en cambio, vive y se entrena como una profesional que aspira a estar entre las jugadoras top del circuito. De hecho, varios entendidos que vienen siguiendo su ascendente carrera desde hace tiempo avizoran ese futuro para la joven oriunda de República Checa. Sin embargo, ella no le presta demasiada atención a todo eso. Prefiere enfocar todas sus energías en el próximo entrenamiento, en la próxima rival, en el próximo punto. El futuro llegará solo. Así, paso a paso, fue abriéndose camino hacia la final de la “SMT Cup”, donde venció 6-3 y 6-3 a la brasileña Carolina Alves y se alzó con su primer título profesional. Se trata de la ganadora más joven de un título ITF en los últimos seis años.
“Es especial, sin dudas. Me hace muy feliz haber ganado el torneo. Desde el comienzo me decía a mí misma que debía ir partido a partido para ver qué tan lejos llegaba. Así lo hice y ¡me fue bien! Para ser honesta, no esperaba ganar el torneo”, confesó la checa, tímida fuera de la cancha pero muy segura y versátil dentro de ella. Un dato extra es que venía de jugar en superficie dura y apenas había tenido tiempo de entrenarse en polvo de ladrillo. “Fue un cambio bastante rápido. Me gusta jugar en pista, pero creo que ahora me estoy sintiendo más cómoda en arcilla”, detalló Fruhvirtova, que también debió adaptarse al cambio de clima: del crudo invierno en Praga al sofocante verano tucumano. “Allá hace mucho frío y debía entrenarse bajo techo. Aquí hace bastante calor y adaptarse no es fácil”, explicó Martina, madre de Brenda y de su hermana mayor, Linda, que también juega al tenis. “Con mi esposo hemos tenido que adaptar nuestros trabajos y nuestra vida a la rutina de ellas. A veces él viaja con una y yo con la otra, a veces juntos, pero nunca las dejamos solas”, agregó Martina.
Por otro lado, la madre contó que no tuvieron tiempo de recorrer más que el camino entre el hotel y el club, pero que una vez que todo termine, les gustaría hacerlo: “el día después de ganar el torneo se dedicó a relajarse y descansar. Para lo único que salió del hotel fue para ir a hacerse las uñas”.
Brenda forma parte de la Academia de Patrick Moiratoglu, entrenador de Serena Williams. “Patrick me ayuda muchísimo y estoy muy agradecida por eso”, destacó.
El propio Moiratoglu es una de las figuras de enorme peso en el mundo tenístico que destacó en las redes sociales el triunfo de Brenda. También lo hizo Gabriela Sabatini, quien le entregó el premio en persona. No obstante, muchos elogios fueron vía Twitter, red en la que la tenista de Praga no tiene cuenta. “Es muy lindo, he recibido muchísimos mensajes, pero trato de no pensar en eso para no perder el foco en el trabajo duro que estoy haciendo aquí y en el próximo torneo. Por supuesto que es lindo saber que hay tante gente apoyándome”, agradeció. También tuvo cálidas palabras para el acompañamiento del público tucumano: “fue increíble el apoyo que encontré. No lo esperaba. Me impresionó el afecto, al igual que me pasó hace unos meses, cuando jugué en México. Me encantaría que la gente de Tucumán siga apoyándome este segundo torneo”.
Su rival de hoy será la estadounidense Gabriella Price, a quien nunca ha enfrentado: “pero estoy segura de que será un buen partido. Estoy ansiosa por volver a jugar”.