Desde que Osvaldo Jaldo se ubicó en el sillón principal de la Casa de Gobierno, hace exactamente 141 días, se propuso como impronta principal mostrar gestión; no ser indiferente ante los problemas que afectan a los trabajadores y a los vecinos de a pie (algo que le criticó a Juan Manzur durante la interna). En ese sentido, ayer el gobernador interino se reunió con los principales actores del transporte público de pasajeros para desactivar el paro de ómnibus que se había anunciado para hoy. Además, dijo que juntó voluntades para mejorar el servicio íntegramente (renovación de flota y mejora de las frecuencias) y aseguró que la llegada de la tarjeta SUBE (Sistema Único de Boleto Electrónico) es una decisión política institucional que ya está tomada.
En conferencia de prensa, el vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo (PE) indicó que el Gobierno va a empezar a trabajar en la instrumentación para que llegue a Tucumán el sistema que depende de la Nación y que funciona en más de 40 ciudades de todo el país. “Si tantos beneficios tiene la SUBE, ¿por qué no la tenemos en Tucumán? No podemos permitir que en otras provincias esté dando beneficios y que acá no la tengamos. Este Gobierno inicia un proceso conjunto con el Gobierno nacional para incorporar a Tucumán”, dijo.
Desde 2009
La SUBE, que fue lanzada el 19 de junio de 2009 durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, cuenta con la particularidad de otorgar subsidios al pasajero. Por ejemplo, un descuento del 55% del costo del pasaje para jubilados y pensionados; ex combatientes de Malvinas; monotributistas sociales; trabajadores domésticos; y beneficiarios de numerosos planes sociales. También reduce el valor de los pasajes hasta un 75% mientras más combinaciones se realizan entre transportes en un lapso de dos horas.
Consultado por LA GACETA el por qué no se implementó desde el inicio este sistema que tiene tantos beneficios y que es anterior a la Ciudadana (2013) y a la Metropolitana (2016), Jaldo sólo respondió que durante el mandato de Manzur se estuvo trabajando en el tema, pero que todo se paralizó con la pandemia. “Hoy hemos reimpulsado a aquella tarea que se venía realizando para que, en el menor plazo posible, tengamos la tarjeta en Tucumán. Es una decisión política institucional, no sólo tomada por este gobierno, sino avalada por los empresarios y por UTA. No hay dudas de que vamos a poner toda la fuerza que sea necesaria. Y le vamos a pedir al jefe de Gabinete que nos ayude, porque esto requiere una inversión importante que aspiramos que la haga el Gobierno nacional, como hizo con otras provincias. Vamos a acortar todos los tiempos posibles para que esté lo antes posible la tarjeta SUBE en Tucumán”, expuso.
Una duda que se generó tras el anuncio es qué ocurrirá con los plásticos que funcionan actualmente en la provincia. Una fuente empresarial dijo que aún no está claro, pero no descartó que pueda llegar a haber una coexistencia de los sistemas o una adaptación de los que están vigentes.
“Palos” a la Capital
Jaldo detalló que las medida de fuerza anunciada se destrabó porque la Provincia adelantó los subsidios de marzo ($130 millones), además de pagar los de febrero, para que hoy 3.400 choferes cobren el salario. Aprovechó para lanzar sutiles dardos contra el intendente capitalino Germán Alfaro (JxC), ya que expuso que hay ómnibus que prestan servicios únicamente en la Capital. “El Gobierno, sin distinción alguna, hizo un aporte para solucionar el problema; sin ningún tipo de discriminación. Hemos solucionado el 100% de la prestación del transporte público”, destacó.
El tranqueño destacó que en la reunión ampliada que hubo con representantes de UTA, con César González a la cabeza; del empresariado (Aetat), en la figura de Daniel Orell y de Jorge Berretta; y funcionarios del Gabinete de Gobierno. “Fuimos a fondo. Hemos tratado por primera vez, después de muchos años, los problemas de fondo que tiene el transporte público de Tucumán. Y esto lo hicimos por unanimidad. Tengo mucha fe de que esta reunión va a marcar un antes y un después. Seguramente el cambio no va a ser de la noche a la mañana, pero sí seguro que se tiene que empezar a ver el cambio en la provincia de Tucumán”, manifestó.
Los empresarios aguardan la llegada de los subsidios nacionales (unos $312 millones), previstos para el jueves, pero se expresaron preocupados a futuro.
Un conflicto que se profundiza
Los subsidios al transporte público comenzaron en 2002, durante la anterior crisis económica para otorgar un boleto accesible.
Los empresarios denuncian que hay una disparidad cada vez más fuerte entre los fondos que la Nación envía al AMBA y al interior.
A esa disparidad, que según Aetat es casi de ocho veces más fondos para el AMBA que para el interior, se suma la mora en el giro.
Esto repercute en el pago de los salarios de los 3.400 trabajadores, quienes sufren cada vez más demora en percibir sus sueldos.
Gobernadores habían logrado un compromiso para que este año se incrementen los fondos, pero no se aprobó el Presupuesto 2022.
El Concejo de la Capital busca consensos y voluntades para que se estatice el servicio. Aún no llegó el proyecto a la Legislatura.