Paredes que hablan: crece la tendencia de hacer murales en las casas

Paredes que hablan: crece la tendencia de hacer murales en las casas

La pandemia nos llevó a replantear los diseños de las viviendas. Cuáles son los más pedidos. Tres especialistas nos dan consejos.

Fue todo muy rápido. En cuestión de días, en medio de una pandemia histórica y el aislamiento obligatorio, comenzamos a permanecer 24 horas en casa. Ese sitio tan querido, pero en el que no estábamos mucho tiempo, pasó a ser el centro de todo: se convirtió en la oficina, el aula, el lugar de relax, el gimnasio y hasta en el cine. Así, ciertas cosas a las que no les dábamos importancia, cobraron un nuevo sentido. Las paredes, por ejemplo. De tanto mirarlas, blancas e insulsas, hubo quienes se plantearon la necesidad de darles vida, de hacerlas hablar. Entonces, una tendencia que había comenzado hace unos años tímidamente se empezó a extender a grandes pasos: cada vez más personas empezaron a contratar artistas para que les pinten un mural en el interior de las viviendas. También hubo un regreso triunfal del empapelado; claro que con estampas, colores y diseños muy diferentes a los que veíamos en los hogares de nuestros abuelos.

Los diseñadores y artistas no dudan: una de las tantas cosas que aprendimos en el contexto de pandemia y encierro es que los espacios que habitamos son cruciales si queremos mejorar nuestra calidad de vida. Intervenir las paredes puede crear climas y hasta mejorar el ánimo, aseguran.

La artista María Mansueto confiesa que nunca se había planteado dedicarse exclusivamente a hacer murales. Hasta 2020. En medio de la cuarentena, empezó a plasmar su arte en las paredes de su casa y a subir esos trabajos a las redes sociales. Y de repente, le llovieron los pedidos de la gente. “Mucho tuvo que ver la situación: las personas pasaban mas tiempo en sus hogares y querían cambios, embellecerlos”, sostuvo.

La artista María del Pilar Aiquel opinó que pandemia llevó a mucha gente a reinventar espacios para disfrutarlos mas. “¿Y quien no tiene esa pared grande blanca que no la puede ni mirar? Reconocían que querían hacer algo, pero no sabían qué hacer”, cuenta. “Lo mejor del mural es que en un día tenés la pared pintada y ninguna otra va a ser igual; además del valor agregado porque no deja de ser una obra de arte en casa”, destaca.

“¿Qué aportan los murales al diseño interior de una vivienda?, le preguntamos a las artistas.

“Hace mucho más acogedor un ambiente. Además, permite unificar toda la decoración jugando con los colores y diseños para crear un espacio armonioso”, considera Mansueto.

Para Aiquel, los murales suman elegancia a un ambiente y también una energía distinta: “la pintura puede invadir todo un espacio de una forma original”. “Además, le aporta identidad a una casa y comunica una idea. No hay un mural igual que otro”, resume.

Los más pedidos

Mansueto cuenta que los diseños más pedidos son los que tienen mucha vegetación, escenarios naturales, como campos, mar y animales. Aiquel también realiza muchos murales botánicos. Y además le piden arte abstracto. El mural, según cuentan, puede hacerse en cualquier parte de la casa: en el baño, en el dormitorio, en la cocina o en el living. Aiquel incluso llegó a pintar uno adentro de una pileta de natación.

Según la diseñadora de interiores Ana Palavecino, los murales armonizan, enfatizan o destacan un espacio a través del uso del color y la escena representada.

“El muralismo es una forma de arte, en realidad, primitiva, considerando que la primera manifestación de arte humana fue en los muros de las Cuevas de Altamira. Fue usada también por egipcios, romanos, en todos los palacios, edificios gubernamentales entre otros con el fin de decorar o trascender una idea. Hoy, considero que el mensaje es la libre expresión del arte, va más allá de los límites del bastidor y los trazos del pincel cubren las paredes. El arte es para todos y accesible para tener en casa”, señala.

“La percepción del trazo tiene la esencia del artista, es como el trabajo de los artesanos que tiene la huella de los dedos marcadas y es eso lo que da más valor a la obra”, apunta.

La diseñadora aconseja que el lugar donde se decida poner un mural debe tener buena iluminación, natural o directa. “El motivo o diseño es muy personalizado en el gusto del cliente, así como los colores, y es un recurso decorativo versátil, ya que en caso de decidir no tenerlo más, se puede volver a pintar. Se vuelve en ese sentido un arte efímero. Y se destaca así la idea de que el arte vive mientras dura la obra y mientras el receptor la percibe y termina de darle sentido a la concepción inicial del artista”, especifica.

Respuestas a algunas dudas

Antes de decidirse por un mural, muchas personas tienen algunas dudas. Aquí las responden las artistas consultadas para esta nota.

¿Cómo hacer para que no sea cansador?

Aiquel: “hay que fijarse en el entorno; si la casa es muy colorida lo ideal es diseñar algo más con colores neutros; por ejemplo”.

Mansueto: “es fundamental la elección de la pared y del diseño que se va a elegir; no es lo mismo una pared muy grande y a la vista que una pared chiquita a la entrada de una casa, que uno la ve permanentemente”.

¿Hay lugares mejores para ponerlos?

Aiquel: “el mural siempre queda bien, pero siempre tener en cuenta que si es un ambiente cargado se puede hacer algo mas tranquilo con colores neutros y claros”,

Mansueto: “no hay mejores lugares, sí mejores paredes. Si queremos que se destaque, que no nos canse, hay que analizar la pared en función de la iluminación , de cómo están ubicados los muebles, si hay cuadros, estanterías y espejos... todo eso determina donde ubicar un mural”.

¿Es cierto que hasta pueden cambiarte el estado de ánimo?

Aiquel: “todo depende de los colores que se usen. Si quiero transmitir paz y calma, por ejemplo, uso azul o verde. Colores más vibrantes si la idea es generar impacto”.

Mansueto: “Si influye mucho en el estado de ánimo, en nuestros pensamientos y emociones. Las paredes hablan. Por eso siempre hay que elegir bien los colores, cuáles nos encienden y cuáles nos dan tranquilidad. Y pensar eso en función del ambiente. Por ejemplo, los rojos, naranjas y amarillos, que transmiten mucha energía, son ideales para lugares de juego. Lo que sí noto cuando termino un mural es la alegría que genera”.

¿Qué cosas debemos tener en cuenta antes de tomar una decisión?

Aiquel: “el entorno, los muebles y lo que quiero transmitir con ese mural”.

Mansueto: “el tamaño de la pared y del espacio y los colores. Si son espacios angostos, no sobrecargados porque podemos sentir que la pared se nos viene encima. Si son lugares tranquilos, como una habitación, elegir una gama de colores neutros. Si es un sitio donde donde queremos generar más diversión lo ideal son diseños más cargados y coloridos”.

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