
ESPALDA MÁS RELAJADA. Las asanas de inversión son las más sencillas de hacer en las hamacas y colaboran a descomprimir todas las vértebras. GENTILEZA Huilen Piorno - VALERIA PÉREZ MARTINO

Aeroyoga es un híbrido de la disciplina, que conjuga posturas del yoga tradicional, pilates y danza con el uso de una hamaca.
“Es una práctica de yoga, relativamente moderna en la que se realizan posturas de yoga adaptadas al elemento (columpio). Un sistema de trabajo conceptual que potencia el trabajo a nivel físico y emocional, trabajando de manera holística todo el ser y utilizando como plataforma el columpio. Combina pranayamas (ejercicios respiratorios), asanas (posturas) tradicionales de suelo, con movimientos acrobáticos y aéreos sin impacto,” manifiesta Huilen Piorno profesora de aeroyoga. “La particularidad de dicha práctica es la hamaca o columpio. Esta herramienta facilita y acerca a la realización de posturas y además presenta nuevos y diferentes desafíos”, explica.
YERBA BUENA. En grupo, Valeria Pérez Martino da clases personalizadas.
¿Todos pueden practicarlo? “Sí, porque se trabaja con el columpio en distintas alturas. No se necesita tener ninguna experiencia. Siempre teniendo en cuenta cada cuerpo, si hay lesión o no. Es muy importante porque se trabaja muy a conciencia en cada movimiento. Abarca lo que aeropilates y aerofitness, que se combinan en cada clase”, afirma Valeria Pérez Martino, profesora certificada en AeroYoga Institute Madrid.
El elemento más importante es la hamaca que se necesita si o si para realizar la actividad. “Para la realización del yoga aéreo se utiliza este elemento que permite que personas de diferentes “niveles” o “aptitudes” físicas puedan, con el sostén de la actividad, llegar a lugares y posturas que creían no poder o que no hubiesen imaginado”, dice Huilen.
Esta terapia corporal, nació en el año 2006 y en Tucumán se expande a buen ritmo.
Es una de las disciplinas más completas en cuanto a beneficios. “Define la musculatura, nuestro cuerpo se vuelve más flexible, no hay un fuerte para las articulaciones, redefine la postura corporal, mejora la circulación y drenaje linfático. elimina el estrés, miedos, inseguridades y fobias. Además, aumenta la concentración y creatividad”, finaliza la profesora Pérez Martino.
Mezcla de disciplinas
“Yo encontré en el aeroyoga una mezcla de varias disciplinas que me gustaban mucho. Es la combinación de acrobacias, meditación, posturas del hata yoga, la respiración y los movimientos, con el beneficio de tener la hamaca en la espalda que eso te ayuda a descomprimir las vértebras y a separarlas. También se puede hacer la invertida sin hacer mucha fuerza en la cervical. Tenés los beneficio de un drenaje físico, y emocional”, define Valeria quien desde 2015 practica y enseña aeroyoga en la provincia.
Si bien, este ejercicio comparte posturas con el yoga tradicional, las clases son muy diferentes. Nuca se repite una misma clase.
“En el momento de estar con mis alumnos, me conecto mucho con la energía que trae el grupo. Es decir que es bien personalizo. Además, tengo en cuenta las fases de la luna, como en el yoga, para ir manejando la cuestión de la energía”, subraya la instructora.
FLEXIBILIDAD. La profesora Huilen Piorno realizando una de las posturas.
La evolución depende de cada uno. “Es un desafío. Es superar los miedos personales. La transformación es muy personal. Se respeta mucho el proceso individual. Yo siempre recomiendo escuchar al cuerpo antes que a la profesora, y que cada uno se tiene que centrar en lo que uno hace. Con el tiempo, ves un enorme crecimiento en la seguridad que sentís en todos los aspectos de la vida cotidiana y en el desarrollo del aumento de la auto confianza”, declara.
Romper temores
La invitación es que se animen a romper sus propios miedos, inseguridades, esquemas para dar lugar a nuevas experiencias. “La práctica es tan sutil y amorosa que no te das cuenta y que te lleva a lugares impensados. Jamás dimensionás que podés llegar a ser lo que hacemos. Mi experiencia es que yo estaba a punto de operarme de una lesión deportiva de hace años, y por un motivo no lo hice. Y en ese momento llega el aeroyoga a mi vida, que me hizo rehabilitar mi hombro de una manera asombrosa. Llevo muchos años de práctica yóguica, pero nada había resultado en mí como el yoga aéreo”, detalla las profesora Huilen.
Esta forma de hacer yoga, permite de manera constante romper temores y llegar a lugares inimaginables. Se recupera la confianza en uno mismo.
“El mensaje del año pasado con mis alumnos, fue haber encontrado nuevamente la fe en ellos mismo, a través de la práctica. Hicimos una muestra porque era una necesidad que tenían ellos de compartirlo con sus seres queridos”, detalla.
A través de aeroyoga se logra construir y reconocer fuerzas que luego se refleja en la vida misma. “Te permite afrontar la vida con fortaleza. Son clases muy emocionales”, finaliza. (Producción periodística: Gianna Camarda)







