MOSCÚ.- El presidente Alberto Fernández y su par ruso, Vladimir Putin estuvieron reunidos más de tres horas, mucho más tiempo que lo esperado.
El presidente quedó satisfecho de una audiencia que superó las expectativas y que para la Argentina podría significar nuevas inversiones rusas y una renovada cooperación estratégica. No se tocó el tema de la posibilidad de un financiamiento a partir de Derechos Especiales de Giro (DEG) por parte de Rusia. Sí se habló del principio de entendimiento logrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Me dijo que era muy importante el acuerdo para seguir avanzando en todas estas cosas. Él tiene una opinión muy parecida a la mía sobre el Fondo. Me pareció un tipo sobre todo muy pragmático”, afirmó el Presidente.
La pandemia fue otro tema abordado. "Putin me habló de la historia de sus padres y me mostró sus retratos, que tiene enmarcados como si fuera en pancartas. Fue un diálogo con mucha confianza, en el que hablamos francamente. Él está muy agradecido porque fuimos el primer país de América Latina que aprobó la vacuna Sputnik, y yo también, porque Rusia nos ofreció vacunas cuando escaseaban y pudimos comenzar rápidamente a inmunizar a la población", relató Fernández.
La conversación incluyó la posibilidad de futuros proyectos de inversiones en gas y petróleo, dos áreas de mucho interés para Rusia, y también en energías renovables, como la eólica, informaron fuentes oficiales.
Otro tema central del encuentro entre los mandatarios fue la cooperación entre ambos países por la pandemia de coronavirus y la provisión temprana de vacunas rusas Sputnik V a la Argentina.
"Cuando trajimos la vacuna Sputnik a la Argentina, nos decían que era una vacuna comunista. Lo cierto es que Rusia nos ayudó cuando recién empezaban a producirse las vacunas y había escasez", destacó el Presidente en la entrevista con los dos únicos medios argentinos presentes en Moscú.
En la reunión, hubo agradecimientos mutuos por la cooperación entre los dos países durante la pandemia: Rusia ofreció vacunas a la Argentina cuando había escasez en el mundo y la Argentina fue el primer país de América Latina en registrar la vacuna Sputnik V, lo que le abrió las puertas a la llegada a otros países de la región.