Pam & Tommy: la historia del primer video sexual viral

“Esto es tan privado... Es como si estuviésemos viendo algo que no se debe”. Aún siendo parte del crimen (de su divulgación), esta simple reflexión de una de las personas que divulgaron el famoso video sexual de Pamela Anderson y Tommy Lee, es bienintencionada. O al menos honesta. Sí o sí, es reveladora. La frase puede escucharse al comienzo de la miniserie Pam & Tommy, que se estrena hoy por Star+ y cuenta la historia del -quizás- primer video viral filtrado de la historia. La frase sale de la boca del genial Nick Offerman, que en la serie interpreta a un director de cine porno. Días antes -todo en 1995- un carpintero (Seth Rogen) que trabajaba en la mansión que compartían el músico y la actriz es maltratado y finalmente echado por Lee. Rand Gauthier se fue, pero se decide cobrarse venganza robando la caja fuerte de la casa. Entre muchas otras cosas, se terminó llevando un video de Anderson y Lee teniendo sexo. Sin saber qué hacer con él, acudió al experto Uncle Miltie (Offerman) con el video. Un video que la pareja misma había filmado y que solo ellos debían ver.

¿Cuántas cosas privadas que no debíamos ver  efectivamente vimos entre 1995 y hoy? Miles, lamentablemente. Si habláramos unicamente de nuestro país, los casos de Wanda Nara y Silvina Luna saltan como algunos de los primeros y más emblemáticos. En el caso de Anderson y Lee (interpretados en la serie por Lily Jones y Sebastian Stan) se trató de uno de los primeros a nivel mundial con un revuelo de dimensiones importantes. Justamente todo eso llamó la atención de Robert D. Siegel, quien escribió la serie, y de Craig Gillespie, director de los tres primeros capítulos (y de Yo, Tonya en 2018).

“Ese video era una cosa privada que habían robado de la caja fuerte de su casa. Se convirtieron en un chiste y fueron vilipendiados por la prensa. Y nosotros fuimos cómplices de toda esa narrativa que dimos por buena”, dice Gillespie antes del estreno. El hecho de que recién ahora, casi 30 años después, estemos conociendo la historia de cómo llegó ese video a los ojos del mundo y sus nombres propios, habla de eso. A nadie le importó que el video fuera robado y fuese difundido sin la autorización de sus protagonistas. Lo que había en ese VHS era lo único que nos importaba.

Mucho de esa historia en realidad se supo a través de un famoso artículo periodístico encabezado por Amanda Chicago Lewis para la revista Rolling Stone y que le sirvió a los autores de esta mini serie.

Pero así como los videos prohibidos y virales de famosas o desconocidas ahora son moneda corriente a diferencia de 1995, se produce otro desfasaje generacional para encarar lo sucedido con Pam & Tommy. Un desfasaje que al menos habla mejor de esta época. “Es impactante ver lo que pasó con Pamela Anderson con ojos de hoy, después del movimiento #MeToo (NdlR: de la misma rama del #NiUnaMenos en nuestro país), y darnos cuenta de cómo fue maltratada de una forma que era totalmente aceptable en aquel entonces”, reflexiona Gillespie.

Esos dilemas, los de ver cosas prohibidas, el placer que nos generaron, sumado a una gran historia casi desconocida, a las muy buenas actuaciones y al hecho de revivir una época tan interesante como los ‘90 en los ojos de un gran director es lo que nos llama de esta miniserie.