02 Febrero 2022
En Tucumán, antes de 1980, Alberdi contaba con una prestigiosa escuela agrotécnica, ejemplo del sur tucumano. En 1984 todo el departamento La Cocha y parte del sur este del departamento Río Chico refaccionaron a nueva sus escuelas para incorporarse al proyecto EMER y sumándose a la vez al proyecto Emeta en la escuela Mantovani, de Santa Ana. Contaba con terreno propio de más de 200 hectáreas y para sus tareas recibieron una camioneta y un tractor nuevo, más las herramientas para agricultura. Se construyeron módulos productivos para distintas especies, incluyendo una cámara frigorífica con sistema sanitario para faenar provista con agua fría y caliente, apoyada por una gran caldera que incorporó la escuela. Así también llegó a Concepción una nueva escuela agrotécnica, siendo todas asistidas por el sistema tecnológico Conectar Igualdad. Después llegaron las consecuencias de la Covid-19 y las escuelas decayeron junto a la materia prima como ser plantines reforestadores, almácigos de la microhuerta, la cría de animales, etc. En síntesis, en las escuelas los niños deben educarse aprendiendo y a la vez producir su alimentación cotidiana para los comedores estudiantiles, controlados por maestros y profesores de las escuelas y apoyados por comunas y municipios con la supervisión de profesionales de la UNT; con el único fin de que el sistema productivo nunca decaiga así sea el color político que esté de turno. De lo contrario seguiremos viendo los despilfarros que producen hambre y miseria.
Pedro Castaño
Las Palmeras-Barrio Perón
Concepción
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