El principio de acuerdo del Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional generó alivio en lo inmediato, pero está muy lejos de llevar confianza al mercado. Si bien el dólar se desplomó tras conocerse el acuerdo, ayer retomó su tendencia alcista. Dos expertos Gustavo Wallberg y Clemente Babot, ayudan a descifrar el comportamiento de los mercados y qué se puede esperar del acuerdo con el FMI.
Babot, máster en análisis financiero, aclara que “llegar a un entendimiento con el FMI siempre es algo positivo” pero que lo negativo es la demora en las negociaciones, porque esto genera un alto costo para los mercados argentinos. Wallberg, economista y vicedecano subrogante de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT, conversó con LA GACETA en estos términos:
- ¿Cómo interpreta la reacción de los mercados ante el acuerdo?
- Más que generar confianza en los inversionistas yo creo que ha sido un alivio. Muchos veían la probabilidad de que no se llegara a un acuerdo o que no se llegara a pagar a término el primer vencimiento. Esa incertidumbre llevó a muchos a desprenderse de los títulos públicos, lo que se manifiesta en la suba de riesgo país, y a una demanda por dólares. El dólar es la póliza de seguro ante las crisis argentinas. Para que haya aumento de confianza creo que falta mucho. Falta que se terminen las negociaciones con el Fondo, esto es solo el tramo fiscal monetario, con algo de metas.
- El acuerdo implicaría la quita de subsidios a las empresas de servicios públicos, pero sin tocar el poder adquisitivo de la gente ¿Cómo interpreta eso?
- El ministro Guzmán ha planteado hacer aumentos diferenciados, mayores subas a quienes tengan mayor poder adquisitivo y menores a los de menor poder adquisitivo. Hay que tener en cuenta que se refiere sobre todo a Capital Federal y al cono urbano bonaerense, las más subsidiadas. Subsidios que generan déficit y más emisión de dinero por ese déficit. En el interior, con la inflación, pagamos los servicios públicos de los porteños, que tienen tarifas más bajas.
- ¿Cómo combatir el déficit?
- Hay varios aspectos a tener en cuenta. Las formas básicas económicas de reducir el déficit son: bajar el gasto público o aumentar los ingresos o alguna combinación de esas dos. No hay otras. Lo que el gobierno presenta como alternativa, en realidad, es matemática, no es economía. La economía está en cómo se consigue que esa matemática ocurra. El gobierno propone que el gasto público crezca a menor ritmo que el Producto Bruto Interno, de esa forma, porcentualmente, no solo el gasto público disminuye sino también el déficit. El gobierno lo presenta como que no va a hacer ajustes, sin embargo, sí implica ajustes en términos reales. Para lograr esto debe crecer a menor ritmo la inflación, salvo que haya políticas públicas que ayuden a un aumento en la inversión privada y con eso crezca el PBI, pero hasta ahora no hay ninguna señal que indique eso.
- ¿Dónde se observa el ajuste?
- El ajuste se viene viendo planteando hace meses cuando los ingresos de los empleados públicos y los jubilados se actualizan a menor ritmo que la inflación. Ese es el ajuste y gracias a ese ajuste es que Guzmán pretende la disminución del déficit. Es exactamente lo mismo que hizo Nicolás Dujovne durante el gobierno de Macri, y eso es matemática, no economía. Si quisiera hacer las cosas más en serio debería discutir en el Congreso cómo se va a hacer esa disminución del déficit en cuando al gasto público y a los ingresos públicos que incluyen impuestos. Por lo tanto, desde la perspectiva de los bolsillos argentinos lo que se verá en esta mayor reducción del déficit pues serán menores aumentos de salario para los empleados públicos o menores gastos en áreas del sector público, lo que puede llegar a implicar despidos de personal o eliminación de contrato de obras a realizar o de aumentos de impuestos. Siempre va a haber algo que se afecte.
- ¿Cómo califica al acuerdo con el FMI?
- Esta parte del acuerdo es totalmente ortodoxa. Son las clásicas medidas que plantea el Fondo desde hace 70 años: la reducción del déficit, de la emisión de dinero, el aumento de la tasa de interés y de la tarifa de servicios públicos. Es un acuerdo totalmente ortodoxo. Por supuesto falta ver el resto, lo que todavía se está conversando. Tal vez luego se acuerden objetivos, medidas.
- ¿Qué se espera del dólar?
- Los argentinos hace décadas que se refugian en el dólar, no solo del gran inversionista financiero, también el mediano y pequeño ahorrista. A menudo se da con que si quiere poner sus dólares en el banco la tasa de interés del plazo fijo es menor a la inflación de modo que hasta le hace perder dinero. ¿Que hace? Tiene dos alternativas: compra bienes o dólares. Mientras la perspectiva de Argentina no esté bien encaminada la gente va a seguir buscando el dólar como póliza de seguro. Si sube la tasa de interés de los bancos es posible que atraiga a los ahorristas de plazos fijos. Pero una mayor tasa de interés tiene el problema que complica la toma de créditos, que es más caro. Tiene sus bemoles. Con los títulos públicos pasa algo similar. Se mantiene mientras uno crea que el gobierno va a pagar los intereses, o mientras uno crea que el resto crea que el gobierno va a pagar los intereses y entonces puede venderlo a un buen precio. Lo que pase con esa cotización, que es lo que define el riesgo país, va a depender de si hay un horizonte más o menos claro.
- ¿Cómo sigue el acuerdo?
- No está cerrado. Se concreta con la carta intención. Los gobiernos proponen lo que creen que es políticamente aceptable y el Fondo retruca con lo que cree que es económicamente viable. Normalmente es un documento con metas y herramientas, pero al gobierno le conviene acordar metas porque las herramientas las va a tener que negociar en el Congreso.
Impacto del convenio
Las metas del Gobierno hasta el 2024
“La respuesta de los inversores viene siendo expectante a la espera de conocer la ‘letra chica’, el respaldo político y la capacidad de implementar la convergencia fiscal y monetaria”, aseguró el economista Gustavo Ber. El ministro de Economía, Martín Guzmán, explicó que el acuerdo involucra una reducción “gradual” del déficit fiscal para que llegue a 1,9% del PBI en 2023 y a 0,9% en 2024, y prevé que las reservas internacionales crezcan en 5.000 millones de dólares en 2022, sin ningún salto cambiario.
Ayer el riesgo país elaborado por el banco J.P. Morgan bajaba 33 unidades, a 1.724 puntos básicos, luego de un máximo histórico de 1.969 la semana pasada. Los bonos concluyeron con una mejora promedio del 1,6%, encabezados por las emisiones dolarizadas, luego de dispararse un 5,8% el viernes. El referencial Bonar 2030 avanzó un 1,9%. Al cierre de enero, lo bonos acumularon un alza del 0,6%. (Reuters)