"Un día estuve con fiebre. Después, sentí cansancio y dolor de cuerpo. Y luego, estaba perfecta. Fue como un resfrío de lo más simple", cuenta Lucía Altamiranda, una tucumana de 63 años que se enfermó de coronavirus en los albores de 2022. Con sus tres dosis colocadas, se enteró que estaba infectada de casualidad: en el sanatorio donde atiende su doctor de cabecera, ya que para internarla con el objetivo de hacerle sus chequeos anuales necesitaban antes corroborar que estuviese libre de covid-19.
"Hasta ese día, no había sentido absolutamente nada. No sé si será sugestión, pero en 24 horas estaba con 37.8 de temperatura. Nada que un paracetamol no haya podido solucionar", relata, ahora con tranquilidad. Al igual que otras personas, ella atravesó un cuadro leve del ya mentado virus respiratorio. Cuando obtuvo el alta, se hizo los chequeos que le señalaron desde su obra social: afortunadamente, su capacidad cardiovascular y pulmonar quedaron igual que antes.
Su caso no es aislado: los especialistas coinciden en que la variante ómicron impacta menos que delta porque no suele generar neumonía. Aún así, ¿hay secuelas? ¿Cuáles son? ¿Cuánto deberían durar? En primer lugar, desde la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) han indicado que una de las secuelas más comunes del coronavirus provocado por la pujante cepa surgida en Africa es la astenia; es decir, cierta sensación de cansancio. Otra secuela reiterada es la tos seca, debido a la irritación de la vía aérea superior.
Si los síntomas duran más de cuatro semanas luego del alta, se estaría ante un caso de long covid o un covid largo, de acuerdo al límite que ha fijado el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. "Pero generalmente, las molestias no se prolongan más de un mes. Todo indica que ómicron ocasiona menos secuelas", explica el ministro de Salud de la provincia, el doctor Luis Medina Ruiz.
Además, el cansancio y la tos posteriores no solo son patrimonio del coronavirus, sino de otras patologías respiratorias. Por ello, es esperable que haya debilidad y fatiga, aclara.
"Ómicron deja menos secuelas porque es menos agresiva. No obstante, hay pacientes que son susceptibles de desarrollar cuadros graves: aquellos que no están vacunados, las embarazadas o quienes poseen enfermedades de base. Las secuelas dependen del grado de compromiso o agravamiento del cuadro. Si alguien debe ser internado, es probable que quede con insuficiencia respiratoria por algún tiempo", ejemplifica.
El covid persistente ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad. Se estima que cuatro de cada 10 personas que se han contagiado de coronavirus sufren o sufrirán covid prolongado. Las formas más preocupantes de esta dolencia pueden ocasionar daños en los pulmones, el corazón o los riñones.
"Con esta variante, todo es más rápido. Un individuo que estuvo un sábado en contacto con un positivo, el lunes tiene síntomas. Comúnmente, esa sintomatología no pasa de un dolor de garganta, de una febrícula o de un catarro. Es decir, el período de incubación y la sintomatología son cortos y leves. Así también, prácticamente no se observan efectos posteriores", resume Medina Ruiz.
Mientras tanto, como hasta ahora los estudios sobre las secuelas del virus habían sido hechos sobre la base de pacientes que estuvieron en estado moderado o grave -y no sobre los cuadros leves-, científicos de todo el mundo intentan obtener evidencias. Un estudio del Imperial College de Londres, publicado recientemente, muestra que tanto ómicron como delta son muy contagiosas entre los no vacunados, pero la primera es además capaz de infectar a muchas personas que tienen defensas (por eso, parece menos grave).
Finalmente, se sabe que los efectos de ómicron son menores gracias a la combinación de la vacunación, de las defensas naturales por infecciones previas y de una posible levedad del mismo linaje. Los modelos de la Universidad de Washington calculan que el 90 % de los casos de la ómicron son asintomáticos, frente al 40 % de las anteriores variantes.
Uno de los brotes de la ómicron mejor estudiados a nivel internacional ocurrió el 26 de noviembre en una fiesta en Oslo, Noruega. Al menos 81 de los 117 participantes acabaron infectados y solo hubo un caso asintomático. El resto, con una media de 38 años y la pauta completa de vacunación, tuvo tos, fatiga, mocos, dolor de garganta y fiebre. "Debemos continuar con las medidas de prevención, como el uso correcto del barbijo, la distancia social, el lavado de manos y la permanencia al aire libre o en ambientes bien ventilados", concluye el funcionario.