La probable agresión, es expresión del caótico mundo actual. Aunque se han contemplado las consecuencias humanas y económicas de una guerra contra Ucrania, se han descuidado las implicancias legales. Una invasión a Ucrania por parte de Rusia implica una grave violación al Derecho Internacional. Rusia ha dispuesto o apostado más de 100.000 soldados en la frontera con Ucrania, un indicio de que una invasión puede ser inminente y tendrá consecuencias legales de gran magnitud.
“El lanzamiento de una guerra de agresión es un crimen que ninguna situación política o económica puede justificar”, dijo Robert Jackson, Fiscal Jefe del Tribunal de Núremberg y miembro de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Una agresión contra Ucrania podría incluirse en el Principio VI de Núremberg sobre “Crímenes contra la paz y la guerra”, definidos como, 1) Planificación, preparación, inicio o desarrollo de una guerra de agresión o una guerra en violación de tratados, acuerdos o garantías internacionales; 2) Participación en un plan común o conspiración para la realización de cualquiera de los actos mencionados en 1).
En la sección sobre “Crímenes de guerra”, el Principio de Núremberg agrega: “Violaciones de las leyes o costumbres de la guerra que incluyen, pero no se limitan a, asesinato, malos tratos o deportación para trabajo esclavo o para cualquier otro propósito de la población civil de o en territorio ocupado; asesinato o malos tratos de prisioneros de guerra o personas en los mares, asesinato de rehenes, saqueo de propiedad pública o privada, destrucción gratuita de ciudades, pueblos o aldeas, o devastación no justificada por necesidad militar”.
“Aunque los Principios de Núremberg carecen de la fuerza vinculante de las normas contenidas en un tratado internacional, se reconocen cada vez más como normas de Derecho Consuetudinario vinculantes para las naciones tanto como un tratado internacional”, dice el profesor Alejandro M. Garro, quien enseña Estudios Comparativos de Derecho en la Universidad de Columbia en Nueva York y en la Universidad de Buenos Aires.
El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional se refiere a los crímenes de agresión como uno de los “crímenes más graves, motivo de preocupación para la comunidad internacional”, y establece que el crimen cae dentro de la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI). La Carta de las Naciones Unidas, en su artículo 39, establece que el Consejo de Seguridad de la ONU determinará la existencia de cualquier acto de agresión y “hará recomendaciones, o decidirá qué medidas se tomarán de conformidad con los artículos 41 y 42 para mantener o restaurar el derecho internacional, la paz y la seguridad.”
En julio de 2021, Putin afirmó en una carta pública que Ucrania es históricamente parte de Rusia y que necesita volver al redil ruso. Culpó a las autoridades ucranianas de negar el pasado del país. El ejército ruso dispuso que esa carta fuera de lectura obligatoria por parte de sus soldados. Otra razón por la que Rusia alimenta un conflicto con Ucrania, es la disminución del respaldo político interno de Putin. Estas razones, sin embargo, no justifican una invasión a Ucrania, cuyos ciudadanos aman a su país y no desean ser parte de Rusia. Putin encarna al amante rechazado que pretende mantener a toda costa, una relación que ha muerto.
Además de los más de 100.000 soldados rusos distribuidos en la frontera con Ucrania, Rusia ha estado realizando ataques cibernéticos nefastos contra sitios del gobierno ucraniano. Estos ataques llevan la marca registrada del gobierno ruso y son parte de una política de intimidación del pueblo ucraniano. Rusia también ha llevado a cabo una campaña de desinformación destinada a socavar la confianza local en el gobierno ucraniano y presentar a Ucrania como la agresora en la relación entre ambos países. El peligro actual, es que Rusia pueda crear un casus belli -justificación para la guerra- contra Ucrania.
Rusia tiene algunas preocupaciones de seguridad válidas, con respecto a la expansión de la OTAN en su área de influencia. Sin embargo, estas preocupaciones deben ser parte de la negociación con los EE.UU. y la Unión Europea, y no deben usarse para atacar a un país soberano. Si Rusia invade Ucrania, será una grave violación al Derecho Internacional. También iniciará un ciclo de violencia sin fin a la vista, pero de consecuencias incalculables, pero ciertamente nefastas para la paz mundial.